Los días pasaron y creí que en cualquier momento se calmaría y volveríamos a hablar como siempre, no fue así, todas las veces que quise hablar con él fueron horribles, fue cortante como al comienzo de todo esto, volvió a ser grosero y desaparecía de nuevo.
Muchos decían que volvió a tomar, a fumar y a irse con mujeres en su auto, aunque ni siquiera lo lleva a la escuela. Yo sé muy bien a dónde va y si, si volvió a tomar y fumar, en eso tienen razón.
Yo también me comencé a descuidar, pero no es que yo quisiera, mi cuerpo es al que no le da hambre, está cansado, está sentimental y siempre tiene sueño o insomnio.
Aunque justo ahora es insomnio, no puedo dormir por las noches, no importa cuánto lo intente, muchas veces he salido de casa y voy a la de Yoongi, pero nunca toco la puerta.
- ¿estás bien? - Taeyong se acerco a mi cuando estuve por caer
- si, solo es un mareo - sostuve mi cabeza
- debes de comer Ginebra, tu no eres esta niña delgada, con ojeras y que apenas y se peina
- no pasa nada Taeyong, estoy bien, soy feliz - intente sonreír a pesar del mareo
- no, no estas bien, ni siquiera rindes en educación física y en otras materias bajaste calificación
Deje de ponerle atención y decidí recoger todas mis cosas e ir a casa, ella quería quedarse a hablar pero yo no tengo ganas de que me diga que hacer con mi vida.
Últimamente caminó con la cara agachada y aprendí a esquivar a las personas, no sé que pasó, ahora no fue así, me topé con alguien y levanté la vista.
- ya basta Ginebra, deja de querer dar compasión - Yoongi se paró frente a mi
- ¿y tú qué sabes de mi? - esquivé su mirada
- muchas cosas, pero como sea, deja de llorar por alguien que ni siquiera te quiere - solo me hizo llorar más - ¡no llores! - me tomo de los hombros
- mis lágrimas siempre están al borde de mis ojos, ¡no puedo evitarlo Yoongi! - me solté de su agarre y salí corriendo con las pocas fuerzas que me quedan
Cuando llegue a mi casa me desmayé, no había nadie en casa así que desperté en el mismo lugar. Decidí comer un poco para subir mis energías pero me dio mucho asco ver el sándwich que hice, lo comí a la fuerza.
Todo el demás día lo pasé encerrada en mi cuarto escuchando música y llorando con cada línea de la canción, fuera triste o feliz la melodía.
Cuando mi tía llegó del trabajo subió y tocó mi puerta, me invitó a comer pero no salí como los últimos doce días, en cambio, me quedé dormida con el celular en las manos.

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ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ
Fiksi PenggemarEl nunca podría amarme, me lo recalco tantas veces que termine por acostumbrarme. •HISTORIA 100% MIA •NO PERMITIDO SU COPIA NI ADAPTACIÓN SIN PREVIÓ AVISO •Si no te gusto has el favor de no dejar ningún comentario ofensivo •Capitulos cortos como...