ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

No somos nada

Otro día más de escuela, que aburrido.

- !hey! - pique sus costillas con ambas manos para espantarlo pero solo me miro indiferente - hola Yoongi

- no me digas Yoongi - uuh, despertó de malas

- bueno, pues dime tu nombre - sonreí, mala opción

- no te lo diré - se enojo un poco

- entonces te dire yoon, yoon, yoon...

- cayate - me dio un golpe en la cabeza - para ti soy Min

- ¿Min que?

- no te diré - de nuevo con eso, agg

- pero somos amigos

- no lo somos - eso rompió una parte de mi corazón - dime, ¿qué conoces de mi? ¿Cual es mi nombre? ¿Cuantos años tengo? ¿Mi color favorito? ¿Mis pasatiempos? ¿Que sabes de mi vida? Nada, eso no lo consideró un amigo, no los hay en mi mundo

- eres un idiota - por alguna razón mis lágrimas desbordaron, cuando creí que lo conocía me di cuenta que no era así

- perdón, yo..

- no Yoong.. Min, no es mi maldita culpa que hayas despertado de malas

El día había empezado mal, otra vez no tenia con quien hablar, pero a pesar de la incomodidad fui hasta Namjoon que se encontraba metido en su libro.

- hola - sonreí apagada

- hola Ginebra - acarició mi cabeza - ¿pasa algo malo?

- nada, solo estoy aburrida - cada vez que es bueno conmigo me duele, desearía fijarme en él

- ¿se porto mal contigo? - levanto una ceja encarandome lo que paso

- si - hice un puchero

- no lo soporto - cerro su libro - él realmente es un cabeza hueca

- hey - lo mire mal

- lo siento - sonrió - sabes, quiero apoyarte con eso, ya sabes, que él se fije en ti

- pero.. Tú

- no importan mis sentimientos aquí, realmente quiero que seas feliz ahora, aunque no creo que lo seas con él pero si te gusta.. No podemos hacer nada, vendrás a mi cuando tengas que hacerlo

- ir a ti.. ¿de que hablas?

- ya lo sabrás en algún futuro cercano o lejano

- está bien

- ahora haremos que ese tonto te valore más

- ¿como?

- pues simple.. No le hables mucho y cuando quiera pasar rato contigo dile que tienes algo que hacer

Suspire al oír su plan y asentí con la cabeza, no tenía nada que perder después de todo.

Cuando entramos a clases nuevamente trato de hablarme pero lo ignore y pase a mi asiento.

- ¡Namjoon! - me esperaba en la salida de la escuela y corrí a él

- ¡Ginebra! - ahora Min caminaba a zancadas hasta nosotros

- ¿qué? - dije atrás de Nam

- debemos hablar

- no tengo tiempo, tengo cosas que hacer

Y lo dejamos ahí, en la entrada de la escuela, fui a casa de Kim y al fin todo era un poco más normal.