ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ

Su historia

- te contare algo que me hizo ser así..

- ¿qué? - hable confundida porque estaba tan segura de que él se negaría pero no fue así, me di cuenta que entonces debíamos de tener un lazo que nos unía de alguna forma

- así es - se hizo aun lado del sillón para que me sentara pero yo vacile en hacerlo - vamos, no es algo tan largo lo que te voy a contar pero aun así

- esta bien - me senté sin observarlo pero decidía a escuchar hasta el mínimo detalle

- hace mucho tiempo fui secuestrado en época de invierno, de hecho ya ni recuerdo muy bien como fue pero eso paso, y bañarnos a la intemperie con agua helada era una de las cosas menos asquerosas que nos podían hacer - quede totalmente impactada por su relato - muchos murieron en ese entonces, solo eramos niños, así que te puedes imaginar todas las cosas más asquerosas que pudieron pasar

- pero..

- ¿eso que tiene que ver? Tiene mucho que ver, solo calla y escucha ¿si?

- okey

- como decía, fue horrible, y un día simplemente nos salvaron, nunca supe quien dijo lo que pasaba ahí dentro pero no sabía si estar agradecido, para mi era mejor morir a recordar todo lo que paso por más años, volví a la escuela, fue mucho tiempo en el que no me importaba nadie, hasta que llegó secundaria, ahí estaba Namjoon, sonriendo e intentando hablar conmigo, me hice su amigo, aunque nunca me a gustado ver a las personas felices, entiendes por qué, ¿verdad?

- si, no entendías porque tu debías tener toda aquella carga y los demás podían sonreír sin ningún problema

- así es, aunque parece que hablas de ti misma pero bueno, fui su amigo y a larga le tome odió, porque lo tenia todo, era feliz, y lo hice sufrir, quería que viviera mi dolor en carne propia, no hay duda que soy una escoria

- ¿aun no te gusta ver a las personas felices?

- no mucho.. Y no te dije esto para que vayas de chismosa con los demás, ten cuidado y más si sigues siendo amiga de Seok

- gracias por contarme todo esto, me has hecho entender muchas cosas sobre ustedes dos - después de todo lo mire a los ojos - pero ¿estás bien? - tome su mano y no la aparto como lo hizo Namjoon

- nunca he entendido que es estar bien, así que no me lo preguntes - acaricio mi mejilla - nunca muestres tu sonrisa ante mi - dijo amenazante - no quiero destruirte

- no lo haré - trague duro ante sus dulces y amenazantes palabras

- hay que volver - me ayudo a levantarme

Salimos de ese lugar y caminamos en silencio hasta llegar frente a mi casa, al parar él también lo hizo y tomo mi mano para que siguiera caminando junto a él.

- ¿a donde vamos?

- solo acompañame a casa, no me gusta estar solo, pero tampoco quiero dañar a más personas

Ahora entendía bastante bien su forma de ser, su sufrimiento y por qué se negaba a tener personas a su alrededor.

Caminamos unas cuantas cuadras más adelante y estaba su casa, ahí, desolada, pálida y oscura, ¿por qué todo lo que lo rodeaba era así?.

- te puedes ir - dijo en un susurro

- eres cruel - lo abrace ya que mi cuerpo lo pedía, tan siquiera no me boto, solo se mantuvo tieso sin unirse a mi abrazo

Cuando llegue a casa mi tía me recibió con una sonrisa y con galletas recién horneadas, pero no me puse feliz, para nada, solo triste al recordar lo solitario que esta el chico rubio.