Chico rubio

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Tome mi mochila, aun con temor, pero salí de casa y fui a la escuela junto a Nam.

- aun estas llena de golpes, no creo que sea conveniente ir a la escuela

- ¿por qué? Después de todo el ladrón no va a la escuela - me sentí la persona más asquerosa del planeta, Namjoon siempre se preocupa por mi, y yo voy y le digo una mentira con una sonrisa en los labios

- no lo digo por eso, lo digo porque podrían crear rumores de lo que te paso

- que digan lo que quieran

- bien - llegamos a la escuela - ve a tu salón, te espero en la salida - beso mi cabeza

- si...

Cuando entre a mi salón todas las miradas curiosas se posaron en mi, me encogi de hombros y los observe también, pero una melena rubia capto mi atención, al instante recordé la imagen borrosa del chico que me rescato.

- tu... - estuve por ir a hablarle pero Sujeon me interrumpió

- ¿pero que te paso Ginebra? - tomo mi mano y nos llevo hasta nuestros asientos - ¿aparte de golpeada vienes también loca? No sabes que a él no le gusta hablar con los demás

- pero.. Él - me solté de su agarre - no importa, tu y yo ya no somos amigas

- pero si compañeras, ahora dime lo que paso

- crea tu propia teoría - y la ignore posando mi mirada en aquel chico

¿desde cuando esta en nuestra clase?, ¿fui tan despistada para no darme cuenta?, suspire enojada por mi estupidez.

Al llegar receso guarde mis cosas lo más rápido posible ya que el chico había salido como un flash. Corrí por los pasillos intentando llegar a él, se encontraba a unos metros pero todas las demás personas impedían el paso.

- tu, ¡melena rubia! - grite la primera idiotez que se me ocurrió, todos me observaron como un bicho raro

- que molesta - sus ojos atravesaron mi alma, tenia fruncido el seño

- lo siento - dije roja de la vergüenza

- agh, no me hables - continuó con su camino tomando su nuca un tanto irritado

- eh - volví a correr empujando a cuanta persona se cruzará por mi camino - espera

- tan molesta, tan molesta - camino hacia mi y tomo mi muñeca con coraje y me guió a un lugar menos saturado - ¿qué rayos quieres?

- tu me salvaste, ¿verdad?, ¿por qué lo hiciste? - intento marcharse pero lo tome de la mano - en todo caso, muchas gracias

- mira, tengo mis razones por las cual hice aquello, así que no me vengas a dar las gracias sin saber por que lo hice

- no me importa eso, así que gracias

- listo, entonces me voy

- ¿como te llamas? - y se alejo sin contestarme - !oye!

Al regresar a clases no pude poner atención, mi mirada parecía moverse sola y posarse en su hermoso cabello rubio.

- Kim Ginebra, deje de ver al chico y ponga atención en la clase - el profesor me reprendió mientras todos se burlaban

- lo siento - mis mejillas comenzaron a arder y le eche una última mirada, sus manos se hicieron puños

A la salida me senté en una de las bancas alado del salón de Nam, todos los lunes salían más tarde que los demás pues el proximo año se graduarían y tenían que llevar una clase extra, una especialidad.

- aggh, no me digas que vienes a molestar como en la mañana

- disculpa - lo mire extrañada - solo espero a mi amigo

- seguro, y cuando tenga que irme me seguirás ¿no es así?

- idiota - presione mi mochila contra mi estomago - solo quiero saber tu nombre

- iugh, que terrible puchero - sonrió de lado - no te dire mi nombre, así que largo

- ya te dije que estoy esperando a mi amigo

- que casualidad

- prefiero irme sola que estar acompañada de ti - dije ya bastante molesta por su forma de ser, me levante y justo empezaron a salir de el salón

- ya no tienes que esperar más - comenzó a reír

- tu.. Agggh, también eres muy molesto

- ¿quién es él?

- oh, Nam - sonreí

- soy su nuevo amigo, ¿algún problema? - paso su brazo por mis hombros y sonrió de lado..

ᶜᵒʳᵃᶻᵒ́ᶰ ᵈᵘʳᵒ ⁻ ᴹᶤᶰ ᵞᵒᵒᶰᵍᶤ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora