Te Guardo. [Paulo Dybala x Oriana Sabaniti]

Capítulo 7

- La desconocida...-balbuceó Carlo sin poder contenerse. Oriana se dio vuelta con una expresión de desconcierto.

- ¿Qué dijo Carlo?- El analista la miró fijamente.

- Quiero decir, la conocida sensación de culpa que estás padeciendo, es completamente normal...- improvisó Carlo. Por suerte Oriana no se dio cuenta que las manos le temblaban.

- Sí, tiene razón.- se puso de pie.- Es algo tarde Carlo, debo ir a dormir.

- Claro...

- Carlo, ¿usted no le contará a nadie lo que hablamos, verdad?

- Cómo se te ocurre Oriana...-dijo Carlo incómodo.-Es un secreto de profesión.- Sonrió.

- Lo sé, me quedo tranquila con usted – murmuró ella con cordialidad- Le agradezco haberme escuchado, Carlo.- lo abrazó levemente y se fue hacia a la puerta.- Hasta luego...

- Adiós Oriana.- le dijo sonriendo. Cuando se cerró la puerta dejó de sonreír, y se arrojó al sillón.- Hoy más que nunca desearía ser actor.- le rumoreó al silencio.

- ¿Qué dijiste, Paulo? – dijo Antonella molesta.

- Anto, lo siento yo...

- ¡Me llamas por otro nombre y me dices que lo sientes! – le gritó ella sacada.

- Mi amor, no te vayas...- le dijo Paulo avergonzado.

- ¿Quién es Oriana? ¡Dímelo ahora mismo!

- Todo tiene una explicación. – dijo él intentando calmarla.

- ¡¿Qué me vas a explicar, a ver? ¡Que me engañas con esa tal Oriana! ¡Qué piensas en ella mientras estás conmigo! – gritó mientras lo empujaba con brutalidad.

- Antonella...

- ¡ERES UN HIJO DE PUTA!

- Escúchame lo que te expli...

- ¡LA ÚNICA EXPLICACIÓN ES QUE ESA MUJER TE GUSTA!

"Si", pensó Paulo, pero no podía admitírselo.

- No es así.- Paulo sonreía y eso la hizo enfurecer más.

- ¡VETE AL CARAJO!

- ¡CÁLMATE!- le gritó Paulo.- ¿Quieres que explique o pretendes seguir gritando?

- Yo...

- No me rompas las pelotas con tus gritos.

- Te escucho, dime lo que me quieres decir.- suspiró ella conteniendo el llanto.

- Oriana es la hermana de Martín.- empezó Paulo - Ella hace años se peleó con su familia y se fue a vivir a Milán...

- Y te acostaste con ella.- concluyó Antonella.

- ¡No! – Exclamó Paulo- ¿Cómo se te ocurre? Es la hermana de mi amigo...

- Espera un momento... ¿Hablas de esa que supuestamente estaba enamorada de ti? – Paulo la miró serio sin saber qué decir.- Oí la historia de Alessia.

- No sé si estaba enamorada de mi.- Paulo se levantó y fue a buscar una botella de agua del pequeño refrigerador de su habitación. Tomó un poco de agua y la miró, sentándose en la mesita ratona de la espaciosa habitación.- Creo que sólo se sentía atraída, no lo sé, tampoco tiene mucha importancia.