Te Guardo. [Paulo Dybala x Oriana Sabaniti]

Capítulo 26

3 meses después

Dormían aferrados el uno al otro, con una urgencia pertinaz. La respiración de Oriana era lenta suave y acompasada. Una pequeña ráfaga de luz se colaba por el ventanal ubicado justo enfrente de ella, irradiando su angelical rostro. La nariz de Paulo rozaba su oreja, y sus brazos sujetaban el cuerpo de esa mujer contra sí mismo, como si su existencia dependiera de aquel contacto.

La recámara de Paulo estaba considerablemente remodelada; el placard era más amplio y el papel que cubría las paredes era de colores pasteles otorgándole a la habitación una tonalidad más cálida y no tan sobria. Oriana insistió en quitar aquella cubre cama negra y la sustituyó por un acolchado color manteca que los abrigaba en ese momento.

Yacían intactos, sin embargo, los lujos con los que siempre había contado. El televisor pantalla plana colgado en el centro de la pared, las enormes lámparas situadas en el centro de cada mesita de luz. Paulo se movió un poco, abrazándose más a su cuerpo, pero no despertó. Su nariz continuaba oliendo inconscientemente la cabellera de su novia y daba la impresión de que al encontrar su olor, logró conciliar el sueño nuevamente...

Sobre su mesita de luz había viejos números de periódicos y revistas desordenados.

ATAQUE A LA TORRE DE LA PRISIÓN EN TURÍN

Anoche a las siete de la mañana atacaron la prisión de Turín. Los responsables fueron identificados como Devont Rizzo a quién lo habían dado por muerto en 1999. Su presunto objetivo era liberar al recluso Dante Rizzo, primogénito de Devont, que estaba implicado en actividades ilícitas.

La mañana del miércoles fue dura para la policía. El agente Luke Roberts, encargado de resolver la situación de Dante Rizzo, se encontraba en las terrazas de la torre. Según su testimonio, de un momento a otro, aparecieron unos hombres dispuestos a minar la tranquilidad de la cárcel. Los delincuentes lograron burlar la seguridad asesinando a varios guardias. Los delincuentes atacaron a Luke rápidamente dispuesto a cobrar venganza. Ellos habían soltado a Dante Rizzo con extrema facilidad, y éste se unió a la batalla sin dudarlo...

El artículo del periódico estaba tapado por otro, el de las revista...

In fraganti

por Lucía Webster

Paulo Dybala y Oriana Sabatini reconocieron su noviazgo ayer en una conferencia que ellos pidieron. La Joya habría dejado a la modelo Antonella Cavalieri para darse una oportunidad con Oriana, madre de su primogénita Catalina Dybala. Según los rumores la decisión de afianzar su relación se debe un presunto embarazo de Oriana que no confirmado por la pareja. De cualquier manera, los dos tortolitos están conviviendo desde que dieron a conocer la noticia, el pasado veinticinco de Junio...

Oriana abrió los ojos súbitamente. Su discernimiento intentó comprender el alrededor y apenas logró hacerlo, instintivamente acarició por debajo de las sábanas su abultado vientre de seis meses. Paulo, de dormido entrelazó la mano con la suya.

Oriana suspiró. Las mañanas eran invadidas por esa nefasta sensación... la pesadilla de despertarse y que su hijo ya no estuviera gestándose adentro suyo. Cuando sintió que se movía emitió una sonrisa cargada de alivio. Era una gran proeza que su bebé lleve seis meses adentro su vientre...

Nicolson había vaticinado que la resistencia del bebé era relativa. Por su parte, Paulo resistía a proyectar demasiadas en lo que al bebé respecta, pero ella era más sensible, lo sentía adentro su ser y las esperanzas se tornaban inevitables y tormentosas.

En los últimos meses Oriana no había dejado de beber el antídoto todos los días y cada vez que lo hacía somatizaba cierto dejo de culpa, percibía indirectamente que atentaba contra su propio hijo. Al darse cuenta que de esto, el doctor Nicolson se ocupó de recordarle que tarde o temprano pasaría lo peor y la fecha se acercaba. Lo más triste es que Cata estaba demasiado ilusionada con su hermanito, y al ver el vientre de su madre, no dejaba de acariciarlo. El ánimo de Oriana caía en picada cuando eso sucedía... no quería ni imaginar cuando le dijera a la niña que el hermanito que esperaba con tanta ilusión, no tenía tiempo de existir.