- ¿Qué pasa, Carlo? ¡No me asuste! – logró decir Oriana.
- Cata... -solo dijo él.
Oriana se quedó estática y una eficaz angustia le invadió impunemente el pecho. No tuvo piedad, la cara de Carlo le informaba sin reparos que algo no andaba bien con respecto a su hija, que Cata podía estar en un peligro... parpadeó, había sentido todas esas cosas en sólo unos segundos, unos míseros segundos que bastaron para acorralarla en una inminente preocupación.
Cuando logró reaccionar salió corriendo de la habitación. Cata estaba sentada en una silla rodeada de todos los periodistas que se abrieron cuando vieron a su madre llegar con cara de espanto... La niña se tomaba el pecho y respiraba entrecortado, agitando teniendo convulsiones. Oriana se arrogó a su lado y comenzó a llorar...
- ¿Qué te ocurre, cielo? ¡Cielo, no! – le preguntó con desesperación, abrazándola- Mira a mami y dile que te pasa...
- No... puedo... respirar... - balbuceó Cata mientras unas lágrimas recorrían sus cachetes. La niña se frotaba el pecho, daba la impresión de que estaba asustada, de que padecía un horrible sufrimiento.
- ¡Hay que llevarla al hospital! –exclamó la periodista.
- ¡Si! – Oriana tomó a su hija entre sus brazos.- ¡Mi hija se ahoga! – dijo Oriana con lágrimas en los ojos.-
- Ahora mismo las llevo en mi auto.- dijo Carlo apresurándose a colocarse su chaqueta la cual había colocado en una silla.- Vamos ahora mismo.
Oriana tomó a Cata en sus brazos y salió rápidamente con Lucía y Carlo. Sin más preámbulos Carlo encendió el auto y fue lo más rápido que pudo. Cata estaba muy pálida y no se la veía nada bien.
- ¡Ayuda, ayuda! ¡Mi hija!– lloraba Oriana con los brazos cansados. Enseguida llegaron los sanadores con una camilla y acostaron a Cata en ella. La niña seguía sin poder respirar y estaba de color violeta, asustada y convaleciente. Los doctores la revisaban; comenzaron a trasladarla y Oriana se desesperó.
- Déjenme ir con ustedes, quiero...
- No puede venir con nosotros, en un rato le traeremos novedades sobre la niña.
- Yo también soy doctora, déjenme ayudar... - Carlo la sostuvo por los hombros para que dejara a los doctores hacer su trabajo.
- Ni se le ocurra que puede atender a su propia hija.-le sostuvo con firmeza el doctor-debe quedarse aquí y dejarnos trabajar.
- ¡Por favor!- gritó Oriana, pero lo doctores se alejaron.
- Ven, ven conmigo Oriana, -intervino Lucía arrancándola del pasillo- vamos a tomar un café mientras esperamos...
Se sentaron en uno de los sillones y Oriana empezó a llorar con más fuerza. Carlo la abrazó sintiéndose muy compungido por la situación. Oriana no pudo evitar pensar en sus padres, en su familia, cuánto los necesitaba en ese momento horrible... si a Cata le pasaba algo, su vida no tendría sentido, su hija era todo para ella. Oriana miró a hacia a un costado y vio a Lucía entrar por el pasillo con el café.
- Tranquila Ori, verás que todo va a salir bien.
- Lucía tiene razón. - dijo Carlo- No debe ser nada grave... ¿es alérgica a algo?
- No. ¿Por qué? – le contestó Oriana al analista.
- Estuvo comiendo varias cosas en tu casa Lucía.- Pensé que quizás a eso se debía su malestar.
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Te Guardo. [Paulo Dybala x Oriana Sabaniti]
FanficA Paulo Dybala no le hace falta nada, tiene dinero, fama e incluso novia. Pero una parte de su pasado pueda estropear todo. [+18]