I.
Nos podemos quedar dormidos en nuestra invención, toda la vida. En caso de augurar el menester deseoso o de querer yacer desmembrada gajo a gajo; elévate con cautela entre mis piernas de arena y luego déjate caer. No te hundas tanto en el juego de saber qué es.
La proyección artística y longitudinal, toma fuerza y dureza, el aspecto de un león llevado al cautiverio y devorando la instrospección de la loba. Solo se puede escapar de esta rutina si nos ocultamos tras las máscaras: yo, la de un asesino honesto; tú, la de una virgen atroz.
El movimiento del viento en el vaivén de tu columna se congoja con la miel que sale de tu vulva rosada. El velo de tu cabello es una cordillera de apreciación, una morada casual.
Si todo es correcto, tal y como lo hemos narrado; entonces, te quedarás en la casa de los cuchillos y hachas, de sombras e historias. Aquí las cubiertas de piel y el filo de las paredes nos permitirán desmontar gota a gota nuestro amor.
II.
Siénteme. Acaricia la magia del buey bajo tus piernas. Eriza tu cuerpo, colócalo en fondo. Toma un respiro y, nuevamente, exhala para aniquilar las moléculas de amor sobre el aire.
Mírate. Míranos.
En posición de espionaje, arremeto contra todo el pronóstico de la bestia y la virgen. Quiéreme, con tu rostro de fábula y con tu cuerpo de algodón. Recuéstate sobre el barro y la niebla, de costado. Y siente el frenesí de mis manos, el frío de mis labios, recorriendo todo el interior de tu piel.
Toma del lomo y de los cuernos, un apoyo consensual, y deja caer tu cintura en la brevedad del espacio y la humedad. Quiéreme, con tu boca rápida y tu instinto salvaje.
Desvirgación juvenil, encuentro rizado. La dama y su sonrisa. El hombre enamorado.
----------------
Síguelo en:
Wordpress: https://farmaero.wordpress.comFacebook: Fármacoerotismo.
https://m.facebook.com/farmacoerotismo/?locale2=es_LA
ESTÁS LEYENDO
Fármaco/Erotismo
PoetryBla, bla, bla y palabrería. La persona detrás de esta página no es más que un "cuenta cosas baratas". No hay sesgos ni persuasiones, solo eventos sinceros que quisieron ser retratados porque sí. Una pequeña aventura, el diario virtual de las notas s...