Eros
Según Odette y Patrick, las cosas se pusieron intensas en la fiesta de la familia Agosti. Pero a juzgar por como Patrick sonreía al mencionar a su novia falsa, puedo asegurar que misión está cumplida y solo queda ayudar a Alcides con Dana, pero para eso necesito ayuda.
— ¡Alicia! — la llamo una vez más mientras corro tras ella.
No me escucha y la llevo siguiendo desde hace 10 minutos, acelero y la alcanzo. Lleva audífonos, se los quito.
— Eros, ¿sucede algo? — me pregunta al verme tratando de recuperar aire.
— Te llevo...siguiendo desde...que saliste de clases — tomo una bocanada de aire con cada palabra.
— Ay, como lo siento Eros, estaba escuchando música — comienza a disculparse y me ve con rostro afligido.
— No te preocupes, ¿vamos a almorzar? — le digo en cuanto recupero el aliento.
— Seguro — comenzamos a caminar hacia la cafetería.
Mientras avanzamos, veo en un costado del pasillo a Patrick y a Odette conversando. Tal vez ella tenga razón y si puedo ser cupido. Legamos a la cafetería y tomamos asiento en una mesa en el centro del lugar.
— Estaba pensando y...salí de clases 10 minutos antes de que me alcanzaras en el pasillo lo que significa que...en 10 minutos ya estabas muriendo por la falta de aire — se ríe un poco.
— Si, lo sé Alicia, no tengo buena condición física — lo que digo la hace reír más.
— Parece que tienes excelente condición física, es decir, tienes un cuerpo atlético y parece que cuidas de tu salud — comenta y parece arrepentirse de algo que dijo.
— Gracias, en realidad es Patrick quien nos obliga a comer sano e ir al gimnasio con él — me encojo de hombros.
— Es como su madre — se burla.
— Igual — reímos y cuando paramos de hacerlo se crea un silencio, no incomodo pero un poco raro.
— Bueno... — intenta abrir una conversación.
— Quería pedirte ayuda — le digo mi propósito inicial y ella se sorprende un poco.
— ¿Para qué?
— A Alcides le gusta Dana y quería que me ayudaras a darle un empujoncito — le explico mi misión.
— No lo sé, Dana nunca ha sido de esas chicas que se mueren por tener un novio y...no estoy segura de que sea prudente — habla con la mirada hacia el piso y con un extraño tono, como si fuera incomodidad.
— ¿A qué te refieres? — trato de indagar en el tema.
Ella mira al cielo unos segundos, meditando y debatiéndose si decirme o no, en serio toma su tiempo, juega con sus manos y evita mi mirada.
— Esta bien, no tienes que decírmelo — tomo su mano para que me haga caso y al escuchar lo que digo, ella sonríe débilmente.
— Se trata de algo en su vida personal y no debo decírtelo, secreto de amigas, perdón — explica.
— Esta bien, pero creo que ella podría cambiar de opinión al conocerse mejor...solo necesito que me ayudes con Alcides, tienes razón tal vez ella no quiera un novio pero puede ganar un buen amigo — le digo. Esperen, ¿acabo de decir que a mi amigo lo mandarán a la friendzone?
— Claro que te ayudo, solo ten en cuenta que podría fracasar tu intento de emparejar personas como si realmente fueras cupido — me dice con un poco de burla en su voz.
— No es un intento, ya funcionó con Patrick y Odette — hablo muy orgulloso de mi trabajo.
— Es broma, ¿verdad? — su cara refleja confusión pura.
— No — ahora yo estoy confundido.
Abre la boca para responderme pero la cierra al ver que Alcides llega acompañado de nada más ni nada menos que...Dana.
— Patrick dice que hoy Sebastián ha organizado una fiesta en la piscina del hotel — nos informa y se sienta frente a mí, al lado de Alicia.
— ¿Siempre hace fiestas? porque a cada persona a quien se lo dijo se emocionó bastante — pregunta Dana mientras se sienta a mi lado.
— Las fiestas que hace Sebastián en el hotel son, en su mayoría, grandiosas —comienzo a explicarle.
— Pero las que hace Patrick en la casa club... ¡son legendarias! — Alcides termina por mí.
— ¿En serio? — Alicia se sorprende con el dato.
— Si, la última vez alguien se aventó desde el techo de la casa hasta la piscina en un carrito de supermercado — les cuento y los recuerdos de esa noche vienen a mi mente. Fue grandioso.
— Y el año pasado hicimos una carrera de obstáculos con los que estaban ebrios, comenzando en la calle principal con todos de pie y terminando dentro de la casa — Alcides les cuenta otra historia.
— Aunque algunos no llegaron ni a entrar al bote de desperdicio y otros se perdieron en el jardín — agrego y me río al recordar de que fuimos Alcides y yo los que terminamos en el jardín y Patrick el que se cayó a un metro del bote de desperdicio.
— Sin duda eso debió ser divertido — Dana no para de reír por las anécdotas.
— Y así como nosotros tenemos cientos de anécdotas, ustedes crearán las suyas porque están invitadas — Patrick las sorprende con su comentario, Odette llega con él y sienta junto a Alicia.
— ¿De verdad? Pero es fiesta de tu hermano — Alicia no está segura de ir.
— Por supuesto, son nuestras amigas y eso las hace parte el clan y por lo tanto tienen derecho de ir a nuestras fiestas u organizar las suyas en nuestra casa club — Patrick les dice haciéndolas sonreír y emocionarse con la idea.
— Chicas, necesito su ayuda — Odette alterna la mirada entre sus amigas y ellas asienten.
— Nos vamos, los vemos luego — se despide Dana.
Las 3 se ponen de pie, Alicia pasa a mi lado y se acerca a mi oído.
— Tenemos que hablar — me susurra y sigue con su camino.
Veo como se aleja y, aun sin verlos, puedo saber que mis 2 amigos se están burlado de mí. Giro a verlos y, efectivamente, se están burlando. Alcides forma un corazón con sus manos y Patrick me ve haciendo una cara tipo "tengo razón y lo sabes".
Durante el resto de mi horario escolar, había estado hablando con Dana sobre sus gustos y su vida personal, de la cual no quiso hablar mucho. Llegando a casa, me encerré en mi habitación a idear el plan perfecto para hacer que Dana le haga caso a mi amigo y que él no la riegue, porque esa es la especialidad de Alcides, arruinar las cosas. Todo iba bien hasta que noté que la fiesta pronto comenzaría y pondría mi plan en marcha.
Tomo mi traje de baño y camino a la cocina para tomar una bebida, de esas raras pero que te dicen que son saludables porque son 100% naturales. Eso me lo dijo Patrick.
Escucho que tocan la puerta y, al no haber nadie más en el departamento, voy a abrir. En cuanto abro y veo quien se encuentra ahí, siento que mi presión baja.
— Hola hijo.
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La chica que le habla a la luna | COMPLETA
Teen FictionEros es un chico de lo más normal con problemas en el pasado que inicia su primer año en la universidad. No quiere una novia, pero su nueva y linda vecina se lo complica un poco. Alicia llega a vivir a un edificio en la ciudad para poder continuar...