Buscando a Mamá (BAM#1) | Liskook

C a p 3

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Jungkook estacionó su auto a unas cuadras atrás del bar que iría con Jin. Su amigo seguramente ya se encontraba dentro tratando de enganchar alguna chica.
Jungkook recordó la última vez que había salido, aunque tampoco fuera que había pasado mucho tiempo, aún así sentía que debía de por un momento olvidar el hecho de que tenía una hija. La noticia de ser padre a los diecisiete le había hecho cambiar su vida completamente. Amaba a su pequeña, aún teniendo en cuenta de que había sido producto de una noche donde ni su nombre recordaba, desde entonces media la cantidad de alcohol que consumía.

— Pensé que no vendrías - comentó Jin cuando vio a Jungkook acercarse a la mesa que compartía con una pelinegra.

— ¿Cuándo te he fallado? - contesto Jungkook, quien se sentó a la par de su amigo y tomó de la bebida que su amigo tenia, ni siquiera sabia de que se trataba pero necesitaba olvidar un poco el hecho de que había dejado a Gía.

— Te presento a Momo - Jin señaló a la chica que tenia al lado. Jungkook se acercó para darle un beso en la mejilla y la chica le sonrió coqueta. Si a Jin no le importaba, esa noche Jungkook terminaría con esa chica sexy que tenia al lado de él.

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Lisa se encontraba esperando fuera de la habitación de la niña, una de las empleadas le había indicado el camino para después despedirse de ella, ahora si, eran solo Lisa y la pequeña.

Lisa no sabia que era lo primero que debía de hacer, ¿debía de entrar o tocar la puerta?, al final decidió que seria una mejor opción la segunda. Cuando escuchó una pequeña voz diciéndole que podía pasar abrió la puerta encontrándose con una habitación rosa, llena de juguetes y un gran armario. Solo esperaba que la niña no fuera como las niñas mimadas que solían molestarla cuando ella salía al parque a jugar.

— Hola - dijo Lisa. Se acercó un poco.

— Hola - contestó con una sonrisa la niña. Llevaba una pijama de ositos y se encontraba tratando de cepillar su cabello.

— ¿Quieres que te ayude? - preguntó Lisa al ver como Gía se quejaba de los jalones que daba a su cepillo. Gía asintió y Lisa se acercó, tomo el cepillo y delicadamente comenzó a cepillar el cabello.

Cuando Gía había visto a la chica entrar una alegría inmensa la invadió, ella esperaba encontrar a una anciana malhumorada, de esas que su padre solía contratar o una chica con una voz chillona que no le prestaba atención y sólo estaba ahí por su padre; pero en cambio encontró a una chica que percibió su simpleza desde que la vio, además ahora la ayudaba con su cabello, ni un jalón le había hecho. Por un momento Gía imaginó que era su madre y que situaciones como esas eran tan comunes en su vida. Vaya que necesitaba una madre.

— ¿Cómo te llamas? - preguntó Gía

— Lisa

— Tienes un bonito nombre. ¿Cuántos años tienes?.

— Diecinueve

A Lisa le pareció tierno como Gía había comenzado a sacar conversación. Sin duda llevaba unos minutos de conocerla, pero ya le tenia cariño.

— Bueno, tu papá dijo que debías cenar y después ir a la cama - dijo Lisa cuando terminó de cepillarle el cabello.

— ¡No! - replicó molesta Gía, era viernes, mañana no iría a clases, ella quería dormir hasta tarde - ¿Podemos hacer algo después de cenar? - Lisa rió de los pucheros que había hecho Gía.

— No, tu padre puede molestarse - Y vaya que Lisa le tenia miedo a cometer algún error.

— El no se va a enterar, además, siempre que sale con el tío Jin llega tarde.

Lisa pensó por unos segundos, no sonaba tan mal la propuesta, seguramente era cierto lo que Gía decía y Jungkook llegaría tarde, asi que si ponía a Gía a dormir temprano ella terminaría durmiendo también.

— Esta bien, piensa algo mientras cenas - Gía la abrazó. Al principio Lisa se sintió sorprendida y un poco incómoda, pero después acepto el abrazo y ambas sintieron algo especial.