Buscando a Mamá (BAM#1) | Liskook

C a p 1

La mañana era fría y las personas comenzaban a ir a sus trabajos. Una pequeña niña trataba de atar las agujas de sus pequeñas botas. Trataba de recordar como su padre le había enseñado, pero el conejito no era sencillo de hacer.

— ¿Qué haces princesa? - la pequeña giró su pequeño cuerpo y miro como su padre bajaba las escaleras luchando con atar la corbata que se encontraba en su cuello. La niña miro sus botas, donde las agujetas se encontraban desatadas - Ya veo. Ven aquí

El chico se sentó en las escaleras. La pequeña se acercó, elevó su pie y él comenzó atarlas, recordándole cómo hacerlo.

— Gracias - La pequeña beso la mejilla de su padre y se fue corriendo por su mochila.

El chico suspiró no se imaginaba su vida sin esa pequeña.

El teléfono de la casa sonó haciendo que el chico se levantará y fuera atender.

— ¿Hola? - preguntó

— Hey amigo, ¿vamos a salir hoy?

— No lo creo, la niñera de Gía renunció

— Pues consigue otra

— ¿Crees que es sencillo?, además, ¿por qué tanto interés en que vaya?

— Bueno, es que quería presentarte a algunas chicas

— Sabes que no estoy pensando en conseguir novia

— Lo sé, por eso solo serán de una noche

Ambos chicos rieron. Puede que Jungkook sea un chico con una responsabilidad enorme, pero era un padre soltero, de corta edad, que aún tenía una esencia de aquel adolescente que no pudo ser.

— Buscaré la manera de ir - Jungkook cortó la llamada. Sus ojos se posaron en su pequeña hija Gía quién estaba guardando unas cosas en su mochila, la amaba y sabía que estaba mal dejarla para ir con sus amigos de fiesta, pero hace unas semanas ya que no lo hacía - Vamos princesa

Gía cerró su mochila, la colgó en su espalda y corrió para alcanzar a Jungkook. Tomó su mano y ambos salieron de casa.

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— Creo que es momento de darme por vencida - Lalisa continuo lavando los platos mientras su tía limpiaba la mesa.

— Tranquila cariño, ya verás como pronto conseguirás un trabajo -Lalisa sonrió de lado. Ojalá, pensó. Llevaba ya unos días desempleada, aunque no le faltaba nada se sentía como una intrusa en casa de su tía sin ayudarla a sustentar los gastos de la casa.

— Veré que puedo conseguir hoy

— Suerte con eso, debo irme - Su tía se acerco y la despidió con un beso en la mejilla.

Cuando Lalisa terminó con los platos decidió arreglarse para comenzar con la rutina de buscar trabajo, cosa que resultaba imposible, pero no regresaría aquel lugar asqueroso en el que había estado trabajando durante el último mes.

Decidió por usar unos pantalones, una remera y un gran abrigo sin duda era uno de los días más fríos. Se colocó sus botas y tomó su bolso. Por alguna extraña razón se sentía bien, tenía un presentimiento, como si el destino le dijera que estuviera atenta a cualquier cosa. pues algo bueno vendría.

Caminaba por las calles de Seúl, miraba detenidamente como todos se mantenían tan ajenos de la presencia de otros, todos sumidos en sus propios asuntos, tal vez ella aún era consumida por aquellas nuevas tecnologías que cortaban la comunicación, pues no podía pagarlas, pero no era algo que no incomodara, se sentía diferente al resto, y amaba serlo.

Mientras venía cuestionándose sobre la vida de los demás se detuvo en el momento que vio un anuncio fuera de una tienda de ropa, necesitaba un personal, tal vez esa era la señal que ella necesitaba.

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Jungkook había estado ocupado llamando a niñeras que pudieran cuidar de su hija, pero hasta ahora no había tenido éxito en su búsqueda. En ese momento Estefer entró en su oficina, ella era su secretaria y traía unos papeles en mano.

— ¿Podria firmar estos papeles? - Jungkook asintió. Tomó una pluma y le extendió la mano para que le pasara los papeles.

— Estefer, ¿tu conoces alguna niñera? - Estefer se quedó pensando.

— Si, creo que sí, ahora le confirmo - Estefer salió de la oficina para marcarle a su sobrina, tal vez aún no conseguía un empleo.