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Maratón 4/4

Lisa se encontraba terminando de peinar a Gía, al final había terminado contándole todo a la pequeña, y como era de esperarse le había comenzado a insistir hasta que había dejado contenta a Gía, pues ahora ella había sido como su asesora de moda.

Jungkook llegaría en unos treinta minutos para el comenzarse arreglar, lo que aun le daba tiempo a Lisa para arreglarse con ella, aunque aun estaba enojada con Jungkook.

— ¿Cómo me veo? - pregunto Gía. Lisa la tomo de la mano y le dio una vuelta para después agacharse a su altura.

— Te ves muy linda.

— Gracias - ambas se rieron y justo en ese momento entró Jungkook a la habitación.

Lisa se levanto rápidamente y salió de la habitación, le irritaba el hecho de estar al lado de él.

— Necesitamos hablar - le dijo Jungkook cuando ella paso a su lado.
Lisa miro detrás de ella a Gía quien miraba a ambos - Creo que no es el momento - contesto fríamente y salió.

Jungkook suspiro para después centrarse en su pequeña hija.

— Que hermosa que esta la princesa - dijo Jungkook acercándose a ella. La abrazo y le dio unas vueltas en el aire para después besar su mejilla.

Jungkook le comenzó hacer cosquillas y la pequeña comenzó a reír descontroladamente.

— ¡No! - se quejó Gía tratando de apartar la mano de Jungkook.

Después de una sesión de risas la dejó de nuevo en el piso.

— Ya regreso, ve y cepilla tus dientes.

— Ya lo hice

— Entonces espera aquí y no salgas. Puedes ver la tele.

Gía no entendía que era lo que quería hacer su padre, pero era mejor seguir sus indicaciones, la pequeña asintió y tomo el control. Jungkook salió y detrás de el cerro la puerta.

Lisa estaba sentada en uno de los sofás que había cerca del balcón.

— ¿Ahora podemos hablar? - pregunto Jungkook. Lisa se levanto y se acerco a él.

— ¿De que quieres hablar? ¿Acaso no soportas que las personas vayan en tu contra? - contestó Lisa.

— Me molesta que malcríes a mi hija.

— ¿Yo? Disculpa señor perfecto.

Ambos estaban tan enojados el uno con el otro que no se habían dado cuenta de que Gía los miraba y escuchaba. La pequeña se sintió triste, pensó en que tal vez Lisa no seria su mamá, no porque ella no quisiera, sino por el hecho en como su padre y ella se lastimaban.

Lisa fue la primera en notar la presencia de Gía, al verla agachó la mirada avergonzada. Jungkook no entendió el porque su cambio de humor tan repentino, así que al voltear se encontró con Gía.

— Te dije que te quedaras en la habitación - Gía regreso. Lisa estaba por seguirla cuando Jungkook la detuvo tomándola del brazo - Yo me encargo, tu arréglate - Lisa no dijo nada y se limito a asentir, quería ser ella quien animara a Gía, pero por ahora era mejor esperar el momento.

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Dos horas después los tres se encontraban rumbo a la fiesta. Lisa y Jungkook habían llegado a un acuerdo, y era que no volvieran a estar enojados entre ellos mientras Gía estuviera cerca.

En el auto era silencio absoluto. Gía iba en la parte de atrás jugando con un osos de peluche cosa que solía hacer cuando estaba triste, su plan había fallado y lo peor de todo era que ni siquiera lo había intentado. Lisa estaba en la parte de adelante al lado de Jungkook, estaba tan avergonzada de lo que había provocado, y después de todo había reconocido que estaba actuando un tanto caprichosa, además de que no estaba luchando con su vestido. No estaba acostumbrada a usar uno, y después de haber visto el precio cuando lo compro sintió que debía cuidarlo.

Jungkook por su parte era el mas incómodo de los tres. Él no llegaría aceptar que se había equivocado, pero cuando había planteado el acuerdo con Lisa se dio cuenta de algo, a pesar de lo fría y gruñona que era sabía que era tan frágil como fuerte. Había visto en sus ojos algo mas, y le incomodaba la extraña sensación que le estaba causando con solo mirarla, si tan solo no la hubiera visto a los ojos.

Buscando a Mamá (BAM#1) | LiskookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora