-¡Equipo! atentos todos, un hombre lobo atacó a dos hombres y los asesinó a sangre fría, debemos dar con la bestia y traer tranquilidad a los ciudadanos que están bajo nuestra protección.- Evan se dirigía a su grupo con tono autoritario. -Nuestro líder mi padre Orien dejó claro que exterminarlo es nuestra prioridad, así que pongan trampas y sean cautelosos, éstas bestias son astutas.-
Había 3 pueblos en reino que cuidar y mucho terreno que abarcar, la alerta se desató cuando un agricultor que llevaba su cosecha para comerciar al pueblo más cercano encontró los cadáveres tendidos en pleno camino y salió despavorido para avisar sobre el hallazgo. La guardia se aproximó a investigar y tras analizar los cuerpos determinaron que el crimen no había sido perpetrado por una persona, así que el trabajo había recaído en los "Última sombra" quienes tras un breve análisis supieron a qué debían enfrentarse.
Se dividieron en equipos de tres para dirigirse a todos los poblados y dar las órdenes correspondientes, al recibir la noticia los padres de Amaris y temiendo lo peor habían pedido a Evan averiguar si su hija había llegado a casa de su abuela y presuroso se dirigió a la dirección que le proporcionaron. -(Si ese perro rabioso se atrevió a hacerle algo a la futura madre de mis hijos... ¡¡lo voy a despellejar vivo lentamente!!)- Al llegar y comprobar que estaba a salvo, mandó un mensaje en halcón para que alguien diera aviso a sus preocupados "suegros".
Unas horas después él y los otros equipos estaban adentrados en el bosque, pero la búsqueda estaba resultando inútil, lo único que encontraban a su paso eran criaturas comunes, algunos duendes inofensivos y hadas pequeñas que huían a su paso. Ni rastro de huellas o pelo, ¡no había nada! -(Hay algo raro con éste perro...)- Pensaba el joven mientras revisaba el suelo... -(Por lo general los hombre lobo vagan en manada de hasta 5 miembros, mínimo en pareja...)- Éste aparentemente andaba solo y había una respuesta posible: estaba buscando asentar su propio territorio, quizás encontrar pareja... era lo más lógico, solían seguir sus instintos animales por sobre la consciencia.
Una luz roja en el cielo captó la atención del grupo de Evan, en su código soltar una bengala de ese color significaba que un equipo necesitaban ayuda urgente... había graves problemas. Corrieron a toda velocidad y antes de llegar al sitio escucharon un espeluznante lamento, al voltear vieron a una banshee... las banshees son espíritus femeninos que advierten muerte, también conocidas por soltar un agudo grito aterrador que rompía los tímpanos en un instante si se les acercaban demasiado y que podía inmovilizar tropas enteras, aunque lo peor era saber por adelantado que alguien del gremio ya había muerto... Uno de los chicos, Claus se adelantó y encendió una linterna moviéndola frenéticamente de un lado al otro hasta que el espíritu entre sollozos se desvaneció. -¡¡Tenemos que correr!!- Gritó Evan y dando media vuelta se adentraron a los brazos de la oscuridad que se extendía frente a ellos...
*En el pueblo*
-¡Buenos días!- La abuela había entrado a la habitación del aún dormido lobo que no movía ni un músculo. -Vamos hijo que la mañana está preciosa, hay que continuar tus lecciones, aún hay mucho terreno que abarcar.- Le dio unas leves palmaditas en la espalda.
Karan se despertó soblesaltado con el contacto, criatura del bosque a fin de cuentas... dio un tremendo salto por la sorpresa, rodó por el piso y terminó tendido boca arriba un poco mareado, Amaris que se había asomado a la habitación junto con su abuela se apresuró a levantarlo.
-Hey tranquilo lobito, somos nosotras.- Murmuro la chica mientras tímidamente le apartaba la melena alborotada de la cara y levantaba su cabeza para ponerla en su regazo instintivamente. Karan fijó sus ojos ambarinos en ella y puso una mueca. -¡Es muy temprano!- Se quejó.
-Ayer a ésta hora estabas haciendo ruido en el ático, creí que eras madrugador.- Le dijo ella mientras lo miraba con ternura.
El lobo bufó y se incorporó colocando una mano al costado y la otra en su rostro, soltó un gran bostezo y finalmente respondió: -Para nada, soy una criatura nocturna preciosa... tu abuela tenía razón sobre los mapaches, los pequeños bandidos entraron tranquilamente por un agujero y me despertaron, al verme salieron corriendo despavoridos, tiraron algo mientras huían y eso fue lo que hizo que ustedes me descubrieran.-
ESTÁS LEYENDO
Una Historia De Caperucita, El Lobo Y El Cazador
RomansaCaperucita se dirige por primera vez sola al bosque, su encuentro con un hombre lobo que le salva la vida despliega una serie de eventos y decisiones que pueden cambiarlo todo... Pero un joven cazador la pretende sin saber el creciente afecto que e...