*Narra _______*
Cada minuto que pasaba de camino nuestro pulso se aceleraba, Dave se veía sumamente nervioso y él me lo pegaba a mí. No hablamos mucho en el camino obviamente hasta que el jeep se detuvo frente a la barda frente al mar.
-Aquí es.
Desabrochamos los cinturones de seguridad y Dave me ayudó a salir del Jeep. Caminamos por el andador viendo de un lado a otro pero no había señales de James, Dave parecía preocupado.
-A lo mejor tuvo un pequeño inconveniente, seguro que vendrá.
Dave asintió y se recargó en la barda del mirador, me puse a su lado y me tomó de la mano.
- Gracias por estar a mi lado, siempre. Eres la mujer más hermosa que camina sobre la tierra, eres un ángel ________. Cada vez que estamos juntos me siento el hombre más afortunado del mundo. Eres el amor de mi vida y siempre voy a estar a tu lado, porque te amo.
Abracé a Dave y besé sus labios. Su olor me embriagaba y él para mi era perfección pura.
-Tú también eres mi vida, Dave. Te amo muchísimo.
Dave sonrió y en ese momento escuchamos unos pasos. Nos giramos y James se detuvo frente a nosotros, extendió los brazos y sonrió.
-Dave, eres mucho más galán de lo que me habían contado.
Dave abrió la boca pero no salieron palabras de su boca. James dio dos pasos y recortó la distancia para poder abrazar a su hermano. Ellos eran muy parecidos de las facciones pero completamente diferentes en personalidad y se notaba desde la forma de vestir. James llevaba puestos unos shorts holgados, camisa de estilo hawaiano y tenis de basquetbol. Lo más extraño era su peinado de trenzas en toda la cabeza, la barba y bigote y los tatuajes que este tenía por todo el cuerpo y rostro. No me daba mucha confianza su apariencia y sinceramente tenía la facha de todo lo que sus padres habían mencionado antes y estaba segura de que Dave lo pensaba.
-Tú debes ser su noviecita. ¿Cómo te llamas?
-________.
-Vaya, ______. Es un placer conocerte.
No podía mirar a otro lugar que no fueran sus dientes, tenía brillantes en ellos y era bastante perturbador. El se dio cuenta que lo miraba y besó mi mano para cortar la tensión. James comenzó a platicar con Dave sobre todo el tiempo que no habían pasado juntos. Yo estaba alejada pero no lo suficiente para no oír lo que decían. James mencionaba mucho la frase ‘mis negocios’ pero no decía de qué se trataban.
-Mis padres no te mencionaban. ¿Por qué?
-Porque son dramáticos y te sobre protegen. Lo comprendo pero es demasiado, necesitas relajarte, te ves estresado.
-Lo estoy a veces, nada que no soporte.
-Bien, eres el orgullo de la familia. Eres lo que yo nunca fui pero está bien, somos diferentes… a mí me gusta hacer cosas malas y así me siento feliz. Así soy y no pienso cambiar, me alegra saber que tú haces felices a los viejos.
James abrazó de nuevo a Dave.
-Y… ¿Cómo supiste que estaba aquí en Australia y no en NY?
-Me moví a Sídney por cosas de negocios y me encontré a uno de tus amigos, Dane. Él me dio tus datos y me atreví a contactarte.
-Él no lo mencionó jamás.
-Mejor que no abrió su boca. No deberías de juntarte con él.
-¿Por qué?
-No te conviene la gente como él. Es un maldito enfermo.
Dave parecía confundido. James miraba de vez en cuando hacia todos lados como cerciorándose que no hubiera nadie viendo, lo cual era muy extraño.
-Oye, vamos a otro lado que aquí es algo incomodo por el sonido del mar.
-Ok, vamos.
-¿Es tu auto?
Dave asintió y James le pidió manejar el Jeep. Dave le dio las llaves y luego me llamó para subir en el. James insistió que yo me fuera a su lado para poder conversar con él.
-Se ven enamorados, ¿piensan en casarse, tener hijos y todo eso?
-No… aún no.
James sonreía, sabía que era incomodo y parecía disfrutar eso.
-Debería. Tendría bonitos sobrinos.
James miraba por los espejos muy seguido y en una de esas veces empezó a acelerar.
-James, mis padres mencionaron que eres un vendedor de drogas. ¿Es cierto?
James se estacionó en una pequeña casa escondida en una calle.
-Es verdad y me hace feliz mi trabajo, Dave.
James volteó a mirar a Dave y el solo asintió.
-Bien, bajémonos.
-No, Dave. Yo me quedo aquí, regresen a su casa que ya es tarde y no quiero que mis padres me culpen ahora de secuestro de mi hermano.
-Pero, James…
-Anda, que traes a _______ y ya es tarde. Vayan con cuidado y no tarden en llegar a casa, es peligroso ir de noche.
Dave se quedó estático y yo tomé su mano para llevarlo al Jeep.
-Buenas noches, James.
-Buenas noches y un gusto conocerte _______. Dave…
James caminó hacia Dave y Dave lo abrazó. Se dijeron algunas cosas en voz baja y James besó su frente.
-Te quiero hermano, mucho.
-Yo también, James. No me importa a lo que te dedicas, ni tu forma de pensar… yo no soy nadie para juzgarte y me encantó volverte a ver.
James tomó su cabeza con ambas manos.
-Anda, váyanse y que Dios los bendiga.
Dave y yo nos subimos al Jeep nos alejamos del lugar.
-¿Cómo te sientes, Dave?
-Feliz, muy feliz.
-Me alegra, amor.
Dave tomó mi mano y depositó un beso. Escuchamos un ruido de motor de auto acercándose.
-Detesto a la gente que permite que su auto haga ese ruido, es molesto.
Dave empezó a reír hasta que el auto deportivo de color naranja fluorescente se puso detrás de nosotros. Las luces se prendían y apagaban haciendo que nuestros ojos se entrecerraran.
-Déjalo pasar, Dave.
Nos movimos a un lado pero el auto seguía detrás de nosotros.
-Mira que quieren molestar, ¿Cuál es su maldito problema?
Dave aceleró un poco más hasta que nos distanciamos del auto. Íbamos tranquilos hasta que el auto se puso a un lado nuestro. Un hombre se asomó de la ventana y sacó una pistola.
-¡Dave, acelera!
Dave aceleró pero la bala impactó en la llanta trasera. El jeep seguía avanzando y volvieron a disparar, Dave trató de maniobrar pero el Jeep perdió el equilibrio y nos salimos del camino rodando por el cerro de la lateral. Girábamos dentro del Jeep pero de un momento a otro dejé de sentir la mano de Dave sobre la mía, él ya no estaba a mi lado. En ese momento, no vi más… perdí la conciencia.