CAPITULÓ XIV.-Lo que no fue no será

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Habían pasado varias horas de que la pelirroja se había ido al otro lado y Elena esperaba impaciente por su regreso, no solo porque moría de hambre, si no que ese latido que escuchaba sin cesar la estaba volviendo loca.

No encontraba el origen del palpitar, había llegado a la conclusión de que venía de la pelirroja, pero culpaba a su mente que la engañaba siempre que tenía hambre, suspiraba, revisaba el teléfono, volvía a suspirar, no sabía a quién llamarle y contarle la situación sin que todo se descontrolara.

-Mierda-maldijo a lo bajo buscando en su teléfono un número telefónico.

Al encontrarlo, lo medito un poco más, bajo el celular pensando dos veces y después de posar sus ojos sobre la inconsciente pelirroja, alzo su mano oprimiendo el botón de llamada y poso el celular aun lado de su oreja.

Espero unos segundos, no tardaron en contestarle pero ninguno decía nada, cerró sus ojos irritada, no quería disculparse, no quería escuchar excusas y no quería por nada del mundo discutir otra vez. A lo que rompió el silenció rápidamente impidiendo a quién estaba en la línea hablar.

-Damon, necesito que vengas rápidamente a mi dormitorio con la abuela de Bonnie, no le digas a nadie y apúrate-hablo algo alterada sacando de onda al pelinegro que solo pudo resoplar un "¿Qué?" en la línea.

-¿Es muy importante?, porque estaba investigando con Alaric sobre los cazadores en este momento-le informo mientras la castaña escuchaba que se alejaba de las personas con quien estaba.

-No creo que sea algo que deba decirte por teléfono, pero como no te apuras...-dijo la castaña algo molesta e intranquila-creo que Audrey está embarazada-confeso viendo de reojo a la chica que estaba inconsciente en el suelo.

-¿Qué estás diciendo Elena?-pregunto molesto creyendo que lo que la castaña decía era una broma de mal gusto.

-Ven rápido con la abuela de Bonnie para que lo confirmes tú mismo-se defendió molesta y le colgó aventando el teléfono a sus pies molesta.

No podía entender, como antes de que la pelirroja fuera al otro lado no escuchara nada, que esos latidos jamás se habían presenciado, no sabía si tenía que ver con que murió, no entendía nada, la única que podía responderles cualquier pregunta era Esther y no sabían dónde estaba.

Con mucha pena, tomo el celular de la pelirroja, y lo abrió buscando entre sus contactos. Sorprendentemente no tenía el número de ningún original, ni siquiera de la bruja original, tomo de nuevo su teléfono y encontró un número que guardo hace mucho y que comenzó a teclear en el celular de la pelirroja.

Marco sonando como la llamada entraba, sonaba y sonaba, hasta que la mandaron a buzón. No se rindió y como a la cuarta vez que llamo contestaron.

-¿Hola?-escucho aquella voz masculina y protectora que tanto le agradaba.

-Elijah...soy Elena Gilbert, te llamo del teléfono de Audrey-le informo aliviada por que le hayan contestado.

-¿Elena?-cuestiono sorprendido haciendo sentir más nerviosa a la castaña-¿Qué le paso a Audrey? ¿Está bien?-le pregunto preocupado y la castaña solo atino a no decirle exactamente lo que paso, pero solo decirle como había estado la pelirroja.

-Ella...últimamente no ha estado bien Elijah, no toma sangre de las bolsas, si lo hace vomita a los minutos o segundos y ha estado muy rara, no sé si tenga que ver por s magia, pero realmente me preocupa mucho, hace unas horas cayo inconsciente en cuanto entramos a nuestra habitación y no ha despertado-le informo preocupada sintiendo como la pelirroja apretaba de a pocos su mano haciéndola ver aliviada.

Protectora de brujas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora