CAPÍTULO VII.-Seleccionada

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Habían pasado varias semanas desde que Audrey se hizo amiga de Elena, Caroline y Bonnie, desde el día que abrieron la tumba se juntaban después de clase para lograr localizar a Katherine y no tenían ni idea de donde podría estar.

-No está funcionando nada de lo que estamos haciendo Audrey-se quejo Bonnie levantándose de una mesa irritada, más no era la única enojada.

-Si no seguimos intentando Bonnie no la encontraremos, deja de quejarte si, no eres la unica con problemas-dijo la pelirroja rodando los ojos molesta.

Había tenido un pésimo mes, además de que no había podido contactarse mas con Niklaus cualquiera de los otros originales le regresaba la llamada o le mandaba un mensaje por lo que solo se logró desvincular de ellos en cuanto pudo. Regresando a su vida diaria, su amistad con las chicas cada vez se fortalecía más, no le hacía sentir culpable el hecho de que haría algo para que Elena fuera la última doppelganger, pero lo unico que si le podía era que, al fin llevaba una vida normal, o algo parecida.

-No se peleen chicas, les traje algo de comer-se escuchó al mayor de los Salvatore entrando a la habitación donde ellas se la pasaban rastreando con bolsas de comida-Hola preciosa-saludó a la pelirroja besando su cabeza dejándole una bolsa de comida.

-Hola-le saludo con una pequeña sonrisa.

Sobre su relación con Damon, dejaron el pasado atrás entrando a una relación complicada.

¿Porque complicada?

Primero que nada ella se la pasa encerrada en una habitación con Bonnie enseñándole todo lo que sabía de la magia, saliendo el siempre va a verla, saludarla, hacer cosas de amigos, recuerdan el pasado tratando de no mencionar a Katherine, pero debían empezar poco a poco antes de entrar en una relación formal, ya que si, se conocían de antes pero ahora eran dos personas muy diferentes.

Ademas del hecho de que Damon aun ponia a Elena sobre todo, incluso sobre su propia seguridad, aun la amaba, Audrey lo sabia por eso no se atrevia a dejar la amistad con Damon, nosoportaria verlo irse y ella solo resignarse a perderlo de nuevo.

-¿No han podido encontrar nada?-pregunto recibiendo un libraso por parte de la morena quien estaba en serio molesta.

-Ve a dar una vuelta Bonnie, calmate y ten tu mente libre de cualquier pensamiento-le dijo la pelirroja haciendo que ella se fuera y solo suspiro.

-Alguien está molesta...-le dijo el pelinegro con burla y ella solo le sonrió.

-Solo cansada, usar toda mi magia en esto es cansado-explicó cerrando su grimorio y soltó su cabello revolviendolo un poco.

-Deberían de descansar de todo esto, ¿No crees?-le preguntó acariciando su mejilla haciendo que cerrara lentamente sus ojos.

-Si lose, Bonnie debe estar muy cansada tambien-contesto recargando su rostro en la mano de el.

-Ya que estas de acuerdo conmigo, ¿Saldrias a una cita con tu servidor?-pregunto viéndola como descansaba un poco.

-Una cita...jamás he tenido una-dijo algo nerviosa por eso.

-¿Que no?, nosotros teníamos cientos de citas antes-le dijo haciendo que ella abriera sus ojos rodando los-aunque no lo creas realmente disfrutaba esas citas-le dijo sonriéndole y se acercó un poco más quedando tan cerca que sus narices chocaban.

-Damon, promete que si doy el paso definitivo en esto...no lo arruinaras-le pidió viendolo a los ojos a lo que el nego para luego cortar la distancia que les faltaba besandolo.

145 años habían pasado desde la ultima vez que se besaron, solo abrazo el cuello del pelinegro profundizando mas aquel beso y cuando el aire se les acababa se separaron lentamente sin dejar de ver sus ojos.

Protectora de brujas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora