CAPITULO IV.- Negociación

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[...Audrey...]

Era sábado por la mañana, vio el despertador a un lado de su cama y noto que eran las 10 en punto de la mañana, se estiro en la cama sobando su rostro sintiendo unos cuantos rayos del sol que se colaban de entre las cortinas, solo suspiro y se levanto para ir a darse una ducha.

Al bañarse y cambiarse, se fue en dirección a la cocina para comer algo, prendió la cafetera y saco ingredientes para prepararse el desayuno mientras tomaba sangre de una bolsa. Se ponía al día viendo vídeos en Youtube y se había creado unas cuentas en otras redes sociales para tener temas de conversación y no llamar mucho la atención.

Al terminar vio que la pantalla de su teléfono se prendía y apagaba, dando a entender que le había llegado un mensaje, camino por el y vio que era un mensaje de Jeremy, que le recordaba de la fiesta de esa noche, ademas de que le invitaba a comer esa tarde. Vio el reloj, aun tenía tiempo para ir a comprar unas cosas, volver y alistarse para ir con Jeremy.

Salio colgándose una bolsa tipo mochila, color negra, y se dirigió al pueblo para así comprar unas cuantas cosas, entro en muchos locales comprando cosas pequeñas, ademas de ir a comprar unas cuantas hierbas para preparar pociones y realizar conjuros. Al ultimo se metió a una tienda algo grande con artículos de arte, pasaba tranquilamente por los pasillos y se quedo parada viendo los colores de pintura oleo que tenían en esa tienda, sin darse cuenta que alguien la veía del otro lado de ese mismo pasillo, pero a los pocos minutos comenzó a acercarse a ella quedando a su lado.

-¿Busca algo en especial?-le preguntaron a lo que ella asintió volteando quedando frente a un par de ojos verdes, este solo le sonrió de medio lado a lo que ella le sonrió abrazándolo.

-Niklaus-le nombro mientras se abrazaban amistosa-mente.

-Audrey, sigues igual de hermosa, amor-dijo viéndola y toco su cabello un poco-nuevo look-le reconoció tranquilamente a lo que ella solo asintió-me alegra saber que estas de vuelta-sonriendo la soltó viendo esos ojos tan hermosos que a su parecer lo eran.

-A mi también me alegra regresar, ademas me da mucho gusto verte-dijo ella sonriendo le, salieron de ahí caminando uno al lado del otro hasta que llegaron a un parque-y dime, ¿a que se debe tu presencia?-pregunto ella viendo como la gente pasaba.

-Antes que nada, saber como estas, si tienes donde vivir, como te siente en este momento, son cosas que a un amigo le importa-le hizo reír el tono que el hombre había tomado, algo ofendido, pero ella sabia que solo bromeaba.

-Me siento desubicada a decir verdad-le contó viéndolo a los ojos-ademas de que tengo una nueva bruja a quien proteger-dijo esta viendo que había atinado al clavo.

-Necesito un favor y es con tu protegida-le menciono haciéndola fruncir un poco el ceño a lo que se negó-Es por el bien de todos amor-dijo queriéndole explicar las cosas.

-Klaus sabes que no puedo traicionar a mi aquelarre y que ella no puede ser usada para hechizos de esa índole-le dijo la chica viéndolo a los ojos y este solo la vio con ojos de borrego.

-¿Ni por Elijah?-pregunto dejándola callada y volteo a verla-Te contare lo que tengo planeado por ser tu-le pidió que lo siguiera hasta un auto donde ella entro.

-Klaus, han pasado ya 300 años desde que te ayude en algo, y fue dándoles un hechizo de protección, no quiero meterme de nuevo en problemas-le pidió cansada viendo que este negaba.

-Mira amor, quiero realizar un hechizo que me quita una pequeña maldición, la cual es poder tener mi manada-le contaba a lo que ella asintió-tengo todo solo me falta la bruja Bennett-le dijo queriéndola convencer.

Protectora de brujas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora