El problema (9)

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A la mañana siguiente Myeong se levantó algo rara, aún sentía cansancio y eso que eran las 12:00 del medio día. Quizá era de que no durmió bien en la noche.

La chica se metió en la ducha ya que ayer cuando llegó a su apartamento no se había duchado.

Cuando acabó fue a prepararse algo de comer, pero se lo comería en el balcón. Por una parte quería estar fuera por si Bambam se asomaba. Myeong quería comprobar como estaba, pero no le iba a preguntar nada ya que no quería agobiarle.

Myeong salió con un sándwich al balcón y se apoyó en la barandilla mientras se tomaba su desayuno/almuerzo. Ella observaba de vez en cuando el balcón de Bambam por el rabillo del ojo, pero él nunca salió.

Después de acabar de comer fue a encender el móvil ya que quizá le habría llegado algún mensaje de alguien. Resulta que su amigo Jongsuk le había llamado hace una hora así que ella le llamó.

Primer pitido.

—Hola Myeong —contestó Jongsuk.

—¿Pasó algo? —preguntó la chica.

—Que va, era que si querías venir conmigo a un parque durante la tarde —propuso.

—Está bien, pero a las 17:00 —dijo Myeong.

—Vale, pues a esa hora estoy cerca de tu casa, tú estate lista.

—Okay, bye. —Colgó la llamada.

La chica hoy no tenía que trabajar ya que le habían dado el día libre así que pudo decirle a su amigo que sí.

Como tenía la casa algo sucia decidió limpiarla.

Después de limpiar obviamente el tiempo que le quedaba se iba a poner a ver doramas hasta que se hicieran más o menos las 16:30.

Una vez que se hicieron las 16:30 Myeong preparó su pequeña mochila de perritos metiéndole las llaves, la funda de las gafas, la cartera, el móvil, etc. Luego se pusó los calcetines y los zapatos lo cual le llevó mucho tiempo (algo inexplicable).

Finalmente se reunió con Jongsuk debajo de su casa (La de Myeong).

—Hola Myeong, cuanto tiempo sin vernos —dijo en un tono alegre.

—Han pasado muchas cosas desde que quedamos. —Presionó los labios.

—¿Algo malo? —preguntó preocupado.

—No, bueno, más o menos —dijo no muy segura.

—Dime a ver si te puedo ayudar. —Ofreció su ayuda.

—Lo dudo ya que no hay mucho que hacer, pero bueno.

Ambos comenzaron a caminar hacia un parque.

[En el camino]

—¿Te acuerdas del chico delgado qué nos ayudó? —preguntó.

—Sí, tu vecino, ¿Pasó algo con él? —preguntó esta vez Jongsuk.

—Más o menos. Él y yo hemos estado algo cercanos, pero no somos amigos —aclaró y añadió—: Por lo que he visto es alguien muy alegre, pero en estos días me he dado cuenta de que está como apagado. Le pregunté si le pasaba algo y me dijo que no. Tampoco quiero agobiarle, pero estoy preocupada.

Videoclub; kunpimook bhuwakulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora