JI AH
Lo primero que salió de mi boca fue un jadeó fuerte. El olor de la brisa que proviene del aire acondicionado mezclado con el aroma de la medicina me disgusta. Incluso con los ojos cerrados puedo decir donde estoy. Después de todo es el primer lugar que más odio en el mundo, el hospital.
Todavía no había abierto mis ojos. Principalmente porque tengo miedo de lo que pasará después de que los abra. Ha pasado bastante tiempo desde la ultima vez que estuve aquí. Evitaba estrictamente venir aquí porque estoy cansada de luchar lo inevitable. Dejé de venir aquí porque estaba cansada de tener esperanza para una mejora. Me rendí porque quería que mi familia dejara de tener esperanzas.
Tener esperanza quiere decir que estás esperando y la expectación significa corazones rotos.
En la vida, pienso que la expectación se coloca en en la segunda posición de la lista de cosas que puede romper tu corazón y arruinar tu vida. La tercera es por supuesto es el engaño, que se suministra con infidelidad y mentiras. La lista también incluye la soledad, depresión, inseguridad, traición, abandono y otras cosas peores e imaginables.
Aunque la primera es la peor de todas, no es algo en la que puedes cerrar tus ojos y mágicamente desaparece. No funciona de ese modo. ¿Qué es peor que asumir algo que nunca pasará y es inevitable? ¿Qué es algo que puede destruirte, romper tu corazón y destrozar tu alma?
La muerte.
Tristemente, eso es algo que está destinado a pasarme pronto y rápido. Aún puedo recordar la cara de mi madre cuando descubrió sobre mi enfermedad cuando tenía doce años. Vi como se le rompió el corazón solo al verme. Ella lloró y me abrazó fuerte como si no quisiera soltarme.
En aquel tiempo no entendía porque lloraba, no entendía porque decía que yo no merecía morir pero aún así la anime diciendo que no iba a morir aún. Fue entonces cuando mi madre empezó a ser sobreprotectora, controlando todo lo que comía y asegurandose que todo lo que hacía lo aprobaba el doctor.
—Ji Ah, cielo despierta —escuché la voz de mi madre. Quiero verla pero aún no quiero despertarme. Todavía no estaba lista para afrontar la realidad. Porque dentro de mi mente, no hay comienzos o finales cursis. Solo entre medios.
Desde mi segundo ataque, que implica un dolor repentino por el cráneo, bajando por la espalda hasta la pelvis. Fue el peor dolor que jamás había sentido, el sentimiento que te duele pero no puedes hacer nada para que pare.
—¡Ji Ah! —gritó mi madre. Estaba cegada por la luz brillante de la habitación. Fruncí el ceño porque la voz de mi madre era demasiado fuerte para mis oídos sensibles.
—¿Omma? —dije y ella sollozo. Estaba confusa. Mi mente ha estado despierto pero por alguna razón no recordaba como acabé en el hospital.
—Ji Ah —dijo y me abrazó. Sentí la aguja del suero en mi brazo, siempre he odiado sentir las agujas pinchándome.
—Voy a llamar al doctor —dijo mi padre. Mi madre y yo sabemos la razón por la que mi padre salió de la habitación. No quiere que la veamos llorar.
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Rompecorazones | BTS
FanfictionLee Ji Ah decide romper con su novio. El único problema es que él no quiere dejarla ir. Ella tampoco tiene el valor de romperle el corazón. Y eso es cuando Park Ji Min, el conocido rompecorazones entra. Con la ayuda de Ji Min, ¿podrá Ji Ah aprender...