44 - Lágrimas de amor

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JI AH


—Ji Min


Fue lo primero que salió de mi boca al despertarme. Me sentía mejor que la ultima vez y sé que ahora si puedo ir a ver a Ji Min. Quería ver si lo que decían era cierto. Quiero creer que me están mintiendo pero no creo que mi madre lo haga. 


¿Pero cómo puede Ji Min estar inconsciente? Él es fuerte. Le he visto conducir, ¿así que cómo puede haberse metido en un accidente? El pensamiento de él tumbado en una cama... me duele. Yo debería ser la que esta inconsciente. Yo debería ser la que le preocupa pero ahora... Mi condición ha mejorado pero porque le tiene que pasar esto a Ji Min. 


¿Alguna vez se detendrá esto? ¿Dios realmente me esta castigando? 


—Ji Ah —escuché la voz dulce de mi madre. Dándome cuenta de como me porte ayer, me siento avergonzada de mi misma. Debí de estar calmada pero cualquiera pudiera haber tenido esa reacción.


Hasta ahora todavía quiero insistir para que me dejen ir a donde está Ji Min pero eso no es la mejor forma para convercerles. Tengo que obedecer y hacer lo que quieren si quiero verle.


—¿Estás despierta?


—Sí.


—¿Quieres beber? —preguntó y asentí. Miré alrededor y mi padre y mi hermano ya no estaban.


—¿Y papá y Seung Jun?


—Tu padre se fue a la oficina y tu hermano se fue a clase porque tiene un examen hoy.


—Ha Na y Tae Hyung quieren visitarte. ¿Tienes ganas de recibir visita hoy? —preguntó y agité la cabeza.


—Quiero ver a Ji Min.


—¿Te lo prometimos no? Primero tienes que comer y después te llevaré donde está. ¿De acuerdo?


—¿Estarás bien si te dejo solo un momento? Llamaré a la enfermera. Pero tienes que prometer que no harás nada más que quedarte en la cama, ¿vale? —dijo mi madre y se dirigió a la puerta. Hablé antes de que lo abriera.


—Ma —dije y ella se dio la vuelta. 


—Dime.


—¿Hay alguna mejora en la condición de Ji Min?


—Ji Min sigue en estado critico —dijo y sentí un bajón. 


—Pero... estará bien, ¿verdad? —pregunté y mi madre solo me dio una sonrisa. 


—Es un chico valiente, además tu estás a su lado —contestó y forcé una sonrisa. Ella pensó que eso sería suficiente para animarme así que salió de la habitación. Solo fingí sonreír aunque me he dado cuenta de como ha evitado mi pregunta. Sé que Ji Min se pondrá bien. He luchado contra mi enfermedad durante años, ¿y mírame ahora? Estoy mejorando. Estará bien. Sé que lo estará. Me prometió que nunca se rendirá y aún tengo esperanza que que cumplirá su promesa. 

Rompecorazones | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora