Epílogo

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JI AH


—Está bien.


Eso fue lo primero que salió de mis labios, sabía que no me arrepentiría. En ese momento exacto, sabía que estaba haciendo lo correcto. Estaba haciéndolo con el hombre que amo.


Sus labios se apoderaron de los míos y fui llevado al cielo de inmediato. ¿Cómo puedo arrepentirme de algo como esto?


Ji Min lentamente me apoyó en la cama. Estaba sobre mí pero estaba usando su otro brazo para soportar su propio peso. Sé que estaba haciendo eso para asegurarse de que no me sintiera incómoda. Y no creo que haya algo que pueda hacer sentirme incómoda cuando ya me estoy ahogando con sus besos.


No sé como demonios hizo Ji Min para quitarme la camiseta. Me quedé solamente con la ropa interior y los shorts pero aún así se sentía que no era suficiente. Quiero sentirle. Estaba empezando a sentir frío y su cuerpo es lo único que sé que puede darme el calor que quiero/necesito.


Sus labios viajaron por mi mandíbula bajando hasta mi cuello. Arqueé la espalda un poco cuando dejó de moverse para chupar en un punto que hizo que mi cuerpo se estremeciera. Ji Min no malgastó el tiempo y deslizó su mano detrás de mí. Su mano encontró el cierre de mi sujetador y lo desabrochó sin dificultad. Él me lo estaba quitando al mismo tiempo que me daba mordiscos en el cuello. 


Sus labios empezaron a moverse hasta parar a mi pecho. Empezó a besarme allí, rozando sus dientes los más suave posible por la que lo pude evitar gemir y sonrojarme al mismo tiempo.


—No necesitamos hacerlo gatita, puedo esperar. Dime si no estás lista. No tenemos porque hacerlo —dijo Ji Min sin aliento y aún así no dejó de besarme por el cuello. Cerré los ojos imaginadome todas las formas que trazaba en mi piel con su lengua.


—No —gemí frustrada.


—Quiero hacerlo contigo. Lo quiero.


—Ji Ah. Esto está mal —Pero decir eso tampoco le paró y tampoco se lo permitiría. Moví las manos por todo su cuerpo, apasionadamente acariciando su espalda cálida y rígida antes de enredar mis dedos en su suave pelo. Sé que esta mal pero se sintió lo correcto. 


—Te amo Ji Ah, te amo muchísimo —susurró a mi oído.


—Te amo —jadeé. El trueno sonó desde el exterior pero ya no estaba aterrorizada. Todo lo que podía escuchar son el sonido de nuestros labios mientras nos besamos y nuestro gemidos. La lluvia caía continuamente golpeando contra el techo, pero el frío ya no existía. Era solo nosotros y el calor de nuestros cuerpos juntos. 


La lluvia seguía cayendo. Estaba salpicando en mi paraguas y creando un sonido calmante. Solía odiar la lluvia. No me gusta como deja el suelo mojado, como si el cielo estuviera llorando, haciendo caer gotas de agua como si fueran lágrimas humanas. Pero dejé de odiar la lluvia desde aquella noche, cuando Ji Min y yo hicimos el amor. 

Rompecorazones | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora