C i n c o

231 26 8
                                    

Un golpe retumbo en mi habitación, desperté de un golpe y di un grito al ver a un hombre en mi puerta la cual provoco el sonido estruendoso de hace unos segundo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un golpe retumbo en mi habitación, desperté de un golpe y di un grito al ver a un hombre en mi puerta la cual provoco el sonido estruendoso de hace unos segundo.

—¡MI PEQUEÑA LAVROVA!.

Solté un grito y inmediatamente Sam entro a mi habitación. Sentí el sudor bajar por mi frente y Samuel corrió hasta a mi, me tomo de los hombros y trato de sacarme de mi estado de shock en el que seguía gritando.

—¡Charlotte! Oh mi Dios ¡Chalotte! Esta ocurriendo de nuevo ¡Char! —lo mire a los ojos y deje de gritar, empece a llorar con desesperación, lo abracé con fuerza.

—S-Sam esta pasando de nuevo... —él me intenta tranquilizar pero no paro de llorar. Ese mensaje, ese mensaje despertó mis pesadillas, no puedo creer que este sucediendo de nuevo.

 Ese mensaje, ese mensaje despertó mis pesadillas, no puedo creer que este sucediendo de nuevo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después de mi pesadilla a las 4 a.m me quede dormida con Sam intentando calmarme. Luego mas temprano me di una ducha intentando sacar de mi cabeza su voz.

¿Quién era?

Estoy muy segura de que se me hace familiar, que su voz si es real. Puede que sean simplemente paranoia mías, que aquel mensaje con mi apellido ruso me haya perturbado y ya esta.

Pero se que conozco esa voz.

Al salir de la ducha voy a vestirme, tomo mi ropa interior y me la pongo, luego saco lo habitual, un jean oscuro y una camiseta en el mismo tono. Me pongo mis botas y recojo mi cabello en una coleta.

Tomo mis cosas y salgo del apartamento sin antes mirar si Sam sigue dormido. De camino a la cafetería seguí carcomiendo mi cabeza, pensando de donde había escuchado su voz.

Llegue a la cafetería y al entrar no había nadie, pero no me pregunte por qué estaba tan vacía ya que en un transe intentando buscar una respuesta a mis tantas preguntas ¿Acaso es parte de eso que no logró recordar de mi niñez?

Devil in meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora