C e r o

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Despierto rápidamente por un ruido, el ruido parecia provenír de mi ventana, corro las sabanas aun lado y me levanto haciendo que mis pies descalzos toquen el suelo frío

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Despierto rápidamente por un ruido, el ruido parecia provenír de mi ventana, corro las sabanas aun lado y me levanto haciendo que mis pies descalzos toquen el suelo frío.

Y sí, hacia muchísimo frío.

Camino hasta la ventana y veo una cabellera rubia, suspiro ya que estaba alarmada pensando que podría ser un ladrón. volteo a mirar la hora en el reloj digital en mi mesita de noche.

2:30 a.m excelente.

Abro la ventana y miro a la rubia teñida revisando su teléfono.

— ¿Qué mierdas quieres Sam?—grito en un susurro para no despertar a nadie — ¿no ves que son las dos de la madrugada inútil?

Pobre doncella, e arruinado tu sueño de belleza — dice mientras guarda su teléfono en su bolsillo y empieza a subir hasta mi ventana por una de las tantas enredaderas que tiene esta vieja casa.

La verdad es que esto es normal, que Sam llegue a las tantas de la madrugada y suba a mi ventana sin importarle que vivo en la segunda planta de la casa. Pero no deja de molestarme que el imbécil me despierte.

Al llegar arriba me hago a un lado para que entre y cuando lo hace, cierro la ventana. Veo como se sacude hojas secas del abrigo y camino hasta la orilla de mi cama para luego sentarme.

—¿Y bien? —él carcajea y lo miro sin entender pero ríe mas.

Jamás te había visto con tanta baba seca en la cara niña endemoniada.

Ruedo los ojos y él se quita el abrigo dejándolo en la silla de mi escritorio para luego tirarse en mi cama.

—¿Qué quieres Sam?.

Estaba aburrido en mi casa sin poder dormir, te juro que no sales de mi cabeza —dijo bromeando y me saca la lengua, luego su semblante alegre cambio y entendí lo que sucedia.

No tienes que ponerte sentimental – dije echándome a su lado — sabes que me voy porque necesito salir de esta casa, de estas viejas paredes que aun siguen pintadas de rosado, tengo 21 años y vivo en esta aparente carcel. Mi mente necesita ver algo diferente que no sea esto.

Oye, pero cual es el problema con verme todos los días, soy un encanto, viéndome a mi ves a tu mundo, nada te hace falta —dice mientras miramos el techo. Y cierro los ojos. Esto es duro, muy muy duro, dejar a tu "familia" y a tu mejor amigo es duro.

Mas cuando ellos son tu hogar y te vas muy lejos de el.

Sabes que te amo Sami, eres mi hermano de otra madre, y también se qué si me amas querrás lo mejor para mi... Y lo mejor es que me vaya —me giro hacia el y lo abrazo.

Al menos prométeme que no me olvidaras y que llamaras por Skype cada vez que te folles a un americano —carcajeo y besa mi frente —también te amo Char.

—Al menos prométeme que no me olvidaras y que llamaras por Skype cada vez que te folles a un americano —carcajeo y besa mi frente —también te amo Char

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A la mañana despierto, y me preparo para el viaje. Fui aceptada en la universidad de los Angeles por obra de magia, lo cual agradezco con mi alma. Tenía años soñando largarme, amo a mis padres, amo a mis amigos aquí, pero siempre e tenido esa incertidumbre de "¿Que hay mas allá de Londres?"

Ahora lo descubriré.

Acomodo la ropa simple que traigo puesta, será un viaje bastante largo en avion, no quiero ir muy incomoda y tampoco muy arreglada para llegar vuelta nada. Tomo mis maletas revisando que no voy tarde y salgo de mi habitación.

Un olor indescriptible choca con mis fosas nasales tal cual chimenea y al bajar las escaleras veo a mamá en la mesa sirviendo tostadas y huevos revueltos.

Buenos días hermosa —dice papá desde el sofá leyendo el periódico —¿ya estas lista?

Buenos días, sí estoy lista, desayunaré y podemos irnos —dejo las maletas ha un lado y voy hacia mamá dejando un beso en su mejilla.

Buenos días mi niña, ¿dormiste bien? —dice mamá sonriente y yo asiento, la noto algo apagada. Su cabellera castaña cae lisa por sus hombros y no tiene ni una sola arruga, a pesar de tener 30 y tantos años encima, es totalmente hermosa.

Papá sin ninguna diferencia es un hombre muy guapo sin mucha madures puedo atreverme a decir con algunos tatuajes pero joven. Ellos me empezaron a criar cuando tenían tan solo 19 años y yo apenas unos 9. Siempre tuve claro que ellos no son mis padres, pero lamentablemente en mis recuerdos solo están ellos.

De verdad los amo.

No actúen como unos tontos, se que no quieren que me vaya —sonrió, veo como papá deja el periódico y agregando algo de drama echa la cabeza hacia atrás y cierra los ojos. Mamá y yo reímos, luego él se nos une, se levanta del sillón y toma asiento en la mesa.

No te preocupes por nosotros cariño, sabemos que es por tu gran sueño, y no seremos un estorbo, estamos mas que felices por ti —les sonrió y empiezo a desayunar.

Ya más tarde me encontraba en el aeropuerto despidiéndome de todos. Estoy orgullosa de llevar el apellido Blake y de saber que tengo una familia y amigos que siempre recordaré.

Le doy un beso a mis padres, y abrazo muy fuerte a Sam, quién me asegura que si no le cuento de mis amoríos irá a los Angeles a ponerme un cinturon de castidad.

Pero este es mi nuevo comienzo.

La nueva vida de Charlotte Blake.

¡Hola Hola! aquí una probadita de  lo que se viene.

En multimedia a la preciosa Charlotte.

Devil in meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora