D o c e

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Yo lo miraba y él a mi

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Yo lo miraba y él a mi. El silencio inundo la habitación y a pesar de que no había tensión, su mirada fija provocaba que me costará respirar.

—Charlotte, se que nunca te dije esto por la situación en la que estamos— una bomba fue descendiendo desde mi boca hasta mi estomago—... Gracias.

Sentí algo de decepción pero le sonreí, le sonreí porque aquel era un paso muy fuerte con una personalidad tan fría como la que tiene Stephan. Él aparto la mirada de mi y cruzó de la puerta de la habitación hasta el balcón.

Lo seguí, y vi su espalda fornida y dura frente a mi. Él tenía sus codos apoyados en la barrandilla, suspiré algo cansada y miré el suelo.

—Gracias a esa chica, mis padres piensan que solo causaré daño. Para una familia tan feliz, con buena moral, un hijo como yo es... una desdicha— pronunció cada palabra en una oración fría que demostraba algo de tristeza— Dí lo mejor de mi cada año consecutivo, mamá fue la única que creyó mi versión de la historia, pero mi padre, para él siempre fue cierta la palabra de esa chica.

—¿Qué sucedió Stephan? ¿Por qué te haces tanto daño con eso?

—Eso es todo Charlotte, no te diré más, ¿Querías saber más? pues eso es más—. Se giró, paso a mi lado como una bala y salió de la habitación.

Lo seguí a paso lento, salimos de la casa y él subió a la camioneta, hice lo que él y salimos de allí. El camino fue silencioso, algo doloroso, no quería en lo absoluto que se sintiera de ese modo, jamás a sido mi intención que se vuelva tan distante, todo lo contrario.

Pero como dicen, la curiosidad mato al gato.

La música en mi habitación estaba muy fuerte, he estado tratando de distraerme y no pensar tanto,  tanto como para no escuchar los portazos o tanto como para ignorarlos

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La música en mi habitación estaba muy fuerte, he estado tratando de distraerme y no pensar tanto,  tanto como para no escuchar los portazos o tanto como para ignorarlos. Sam tiene días enojado, tratando de hacerme hablar de lo que sucedió hace una semana.

Falte a la universidad, al trabajo y como no a mis clases de baile. No lo hago por lo sucedido con Stephan; sino que desde ese entonces, de ese día cuando llegue a mi departamento. No logro estar tranquila, he tenido ataques de ansiedad, incluso e temido por mi vida.

Devil in meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora