El Regreso De Emilia (Te Amo)

Parte XI

Domingo por fin! Cómo están? Qué tal sus vidas?

Emilia

Era domingo 22 de julio, un día normal. Al despertar pude ver la luz del sol y el cielo azul a través de la ventana, miré a mi costado, Lion estaba allí, boca abajo con unos mechones cayendo en su rostro, la boca semiabierta y su expresión tan pacífica, sentí ternura apoderándose de mí, sonreí, me moví para estar más cerca de ella y cerré los ojos, a mi mente vino el día de su cumpleaños veinticuatro, unos días después de haber tomado café y aclarar lo que había pasado en mi cumpleaños.

Habíamos ido al teatro, ella, Rosetta y yo, se veía hermosa con su vestido color vino, un color un poco opaco, el cabello peinado hacia un lado y en el lado izquierdo donde quedaba la minoría del cabello se había hecho una trenza pegada a la cabeza que finalizaba atrás de su oreja. Se veía muy linda, mi corazón se había saltado un latido al verla. Mi traje gris hacía resaltar el color de su vestido.
Rosetta nos había fotografiado en el balcón con mi cámara, había hecho muchas y por último cuando creía que no habrían más fotos, Lionetta me besó, sólo juntamos nuestros labios por mucho tiempo, suficiente como para que su hermana hiciera esa foto. Rosetta sabía que no había nada entre nosotros. Cuando vi la imagen que captó no pude negar que se veía bien, nos veíamos bien juntas. Ella se veía hermosa.

-Eres hermosa

Dije para mí.

-Gracias

Dijo Lion, abrí los ojos sintiéndome nerviosa.

-Buenos días

-Buenos días

Respondió con los ojos aún cerrados y media sonrisa.

-¿Descansaste?

-Sí

Me miró.

-¿Tú cómo estás?

-Muy bien

-¿Verás a Claudia hoy?

-No, hoy verá a su novia

-¿Qué quieres hacer?

-Por el momento sólo estar aquí

-¿Y luego?

-¿Quieres salir a algún sitio?

-Si tú quieres

-Ya sé a dónde ir

Dije sonriendo.

-Pero es de irnos ya

Miré mi reloj, eran las diez y media, habíamos dormido mucho. Nos arreglamos y salimos de casa rumbo a ese lugar, era la primera vez en dos años que estaba allí. Nos sentamos en una mesa junto a un árbol, una mujer mayor (mayor en mi opinión) nos atendió, al mirarme y reconocerme sonrió.

-Hacía mucho tiempo que no venías

-Lo sé

-Ya vuelvo

Dijo dejándome dudas ¿Quién dejaba un cliente esperando?

-Entonces es cierto

Escuché atrás de mí, conocía la voz pero no lograba ubicarla, me giré y vi a Jackeline, se veía diferente.

-¡Jack!

Dije emocionada.

-¡Milo!

Se lanzó a abrazarme cuando me puse de pie.

-No pensé que volverías, al pasar los meses y no verte me alegré, porque sólo venías después de una buena borrachera. Pero me puse triste. Lourdes tampoco ha venido, ya tiene más de un año