Emilia
Cuando desperté me paré a mirar por la ventana, llovía recio, imágenes se instalaron en mi pensamiento, de manera automática metí mi mano bajo mi polo y delineé mi herida con el índice derecho, tenía más de la longitud de mi dedo. Dejé la mano sobre la herida y cerré los ojos soltando un suspiro, deseando que fuera un sueño, las fuertes lluvias me recordaban claramente a ese día, algunas veces llegaba a sentir el dolor que causó cuando la herida fue abierta, volví a abrir los ojos, la lluvia seguía cayendo, las imágenes en mi cabeza eran reales, la herida era real, pero ya había pasado, se cumplirían dos años de ese suceso dentro de una semana.
Sentí unos brazos rodearme el abdomen y una cabeza apoyarse en mi hombro izquierdo.
-Lion
Susurré al mismo tiempo que sacaba la mano del interior de mi polo.
-Stephan… ¿dormiste bien?
-Eso creo ¿y tú?
-Sí
En más de un año había perfeccionado su español, lo practicaba a diario conmigo, aunque su acento no se iba por completo.
-Tengo hambre
Me soltó y se paró a mi lado viendo hacia afuera.
-Dudo que haya comida en la casa, y con ésta lluvia no pienso salir
Quería quitarme el polo y ponerme una sudadera, pero no quería hacerlo frente a Lionetta, había una cosa que a ella no le había mostrado nunca, ni siquiera a mis padres, deseché la idea y bajé a la cocina.
Busqué en todo lugar, no había nada, por último miré en el refrigerador, una caja de pizza era lo único que había y una Coca-Cola básicamente llena, excepto que le habían consumido lo de dos vasos. Saqué la caja de pizza, sólo tenía cinco porciones, seguramente Lou había traído las cosas el día anterior. Calenté la pizza en el microondas. Había electricidad y agua, supongo que mi papá se había encargado de que en mi ausencia mi tío se hiciera cargo de pagar los servicios de la casa.Miré al techo y me pregunté si el internet también lo pagaban, pero dudaba de ello. Lo necesitaba, había podido enviarle un mensaje a mi madre que habíamos llegado al aeropuerto, pero resulta que mi teléfono no tenía carga suficiente y apenas vi que el chat con mi madre decía escribiendo ¡vaya suerte!
-¡Stephan!
Escuché la voz de Lionetta cerca de las escaleras.
-¡En la cocina!
Ella llegó justo cuando abría el microondas.
-¿Eso que huelo es pizza?
-Sí
-Delicioso ¿cómo la conseguiste?
-Creo que mi prima la dejó ayer aquí
-Tengo que conocer a tu prima y agradecerle por evitar que muramos de hambre
Reí suavemente ante ese comentario. Me ayudó a llevar la comida a la habitación, se acomodó en la cama, con el plato sobre la almohada, el vaso de refresco a su lado en la mesa de noche y se dispuso a leer su libro que estaba en italiano. Por mi parte me senté en la mesa de estudio viendo mis recientes fotos, las tenía todas en la tablet, tenía la silla un poco girada hacía la cama, para poder ver a Lionetta.
Me gustaba verla concentrada mientras leía, sus gestos faciales cambiaban conforme al escrito, a veces, incluso, hasta reía como si le hubiesen contado un chiste al oído. También la había visto llorar y cerrar libros de golpe, cuando se calmaba abría el libro y continuaba su lectura.
Sonreí, tomé en mis manos la cámara, la enfoqué y mientras frucía los labios haciéndolos hacía un lado y su mirada se asemejaba a la que ponía cuando quería entender algo con lo que no estaba familiarizada, la fotografié. Tenía muchas fotos de ella, era como mi musa, quedaba tan perfecta en las fotos, todas eran cuando ella estaba distraída. Me dejaba hacerlo, porque cuando veía fotos me pedía las que le gustaban para sus redes.
ESTÁS LEYENDO
El Regreso De Emilia (Te Amo)
أدب المراهقينDespués de un tiempo viviendo en el extranjero con su familia, Emilia decide regresar a su país natal, circunstancias la pondrán de nuevo frente a la chica que alguna vez amó o realmente no sabe si aún ama, tendrá que bajar las barreras impuestas pa...