El Regreso De Emilia (Te Amo)

Parte XXIX

Cuando exprimes tu cerebro para escribir cosas cursis v':
Disfruten lo 7v7r v:

Emilia

Lo primero que vi fue a ella despegando el inhalador de su boca, suspiré triste al creerme culpable de que necesitara de él.

-¿Estás bien?

-Lo estaré

No me miró, sólo dejó el inhalador en el tocador y metió sus libros en la maleta.
Observaba en silencio esperando a que se detuviera para que habláramos, pero no lo hacía.

-¿Podemos hablar?

-No tenemos nada de qué hablar. Por favor déjame terminar de empacar

-Por favor, Lion

Tiró su cepillo dentro de la maleta y me miró.

-Ya te dije que no tienes nada que explicarme, lo que sea que hayas hecho con Ana es asunto tuyo, no tengo porqué siquiera juzgarte

Volví a suspirar tratando de darme paciencia a mí misma.

-No es de eso de lo que quiero hablarte

-¿Es importante?

-Yo...eh...talvez no

Susurré.

-Entonces hablemos otro día, cuando vuelvas a Italia, talvez

Ella había dejado de mirarme y había retomado su labor, sus palabras me lastimaban, su actitud cortante me lastimaba, jamás había actuado de esa manera.

-No puedo esperar a ir a Italia, tampoco puedo irme ahora contigo y hablar allá

De hablar con ella cuando volviera a Italia dudaba volver a tener el valor para decirlo, también lo dudaba porque allá estaría con Nicola. Mi mente iba a mil y de tantos pensamientos uno me salvó de alguna forma, si se lo decía ahora, si ella se iba, al llegar yo no tenía porqué encontrarla todo el tiempo, porque al volver a Italia me mudaría a vivir sola, en otro apartamento, en otro edificio, lo más lejos posible, de cierta forma si ella me rechazaba no importaba, en realidad si lo hacía nada importaba.

-Entonces sí es importante

-Para mí lo es, talvez no lo sea para ti

-Te escucho

Se sentó en la cama, pero seguía sin mirarme.

-Si algo de lo que ha pasado en éste país te ha molestado o incomodado, lo siento, te aseguro que mi intención nunca ha sido eso

¿En verdad tenía el valor de decir lo que realmente quería decir?
Otro suspiro.

-Entiendo que ames a Nicola, es cariñoso y buen chico, pero no me culpes por odiarlo ahora

-¿Es eso? ¿Lo odias porque lo amo?

-Sí, lo odio por eso

-¿Eso era lo que querías decirme?

-No, yo...

Quizás era una perdida de tiempo, lo único que lograría era perder su amistad.

Pero no podía con el sentimiento que tenía por dentro, me roía, me quemaba, me estaba haciendo pedacitos.

-¿Tú...?

Parecía esperar más, pero el nudo en la garganta no me dejaba hablar, tenía los ojos tan llenos de lágrimas que ni siquiera podía ver, mis piernas no respondían a la orden de irme del lugar.