El Regreso De Emilia (Te Amo)

Parte XVII

Es corto, lo sé, pero en serio he tenido problemas para escribir, he estado tratando de solucionar el bloqueo y a penas anoche lo solucioné un poco. Espero que con los siguientes caps no tenga inconveniente porque no quiero pausar la escritura hasta nuevo aviso, porque no es cool cuando los escritores lo hacen...
Por otra parte, me emociona los siguientes capítulos 😈
Pasen bueno día 😘

Lionetta

Por fin Stephan me complacía en llevarme al teatro de su ciudad, había dicho que habían más en la ciudad, pero que éste era el más importante.

Era, sinceramente, hermoso, las butacas de color escarlata, los acabados clásicos, por dentro, porque por fuera no era un edificio impresionante, las arañas eléctricas (candelabros de cristal), el piso del escenario muy brillante, porque lo estaban puliendo, los palcos a los lados, el espacio entre el piso y el techo, algunas pinturas que jamás había visto, la alfombra, había un leve olor a madera vieja. Todo eso lo hacía perfecto.
Nos sentamos en la quinta hilera de butacas frente al escenario.

-Es hermoso

-No tan impresionante como los de Florencia

-Aceptalo, es hermoso y los de Italia no tienen nada que ver

-Bueno

Miró a todos lados, miró hacia atrás y yo hice lo mismo, no había nadie más, excepto el que pulía el piso del escenario.
Stephan se puso de pie.

-Quedate aquí

Después de decirlo fue directo al frente, se apoyó Em sus brazos y con las piernas se empujó para subir al escenario. El hombre que pulía el piso lo miró de manera desagradable, se dirigió hacia él sin importarle cómo le miraba, cruzaron unas palabras, la máquina se apagó y él se apoyó en el mango de la máquina mientras Stephan me hacía una señal para subir también, con su ayuda.

Observé el teatro desde ese punto, era increíble, me pregunté qué sentían los artistas al pararse allí y ser observados por tanta gente.

-¿Puedo pedirte algo?

-Lo que quieras

-¿Recuerdas el veinticinco del diciembre pasado?

Hice memoria, habíamos estado en la terraza comiendo tartaleta, hacía demasiado frío, pero de la nada puse a sonar una pieza en mi teléfono e hice unos movimientos que aprendí en el ballet muchos años atrás.
Mi cara ardió al hacerme una idea de qué era lo que quería.

-Ni lo sueñes, Stephan

-Por favor, Lion

Suplicó.

-No

-Sólo te veré yo

-¿Qué hay de él?

Hice una rápida mirada hacia el sujeto de la limpieza.

-Pero él me está dando la oportunidad de hacer esto. Por favor, Lionetta. El teatro es sólo nuestro, así como el escenario. Esto jamás sucedería en Florencia

Suspiré dándome por vencida.

-De acuerdo

De su pequeña mochila sacó una bocina portátil con adaptador de bluetooth que jamás le había visto.

-La encontré entre mis cosas viejas

Explicó antes de que preguntara.

-¿Lista?

-No, pero no me queda más

En la pequeña bocina sonó You In My September, me sorprendí al saber que era la misma de aquella noche.
Cerré los ojos y me dejé llevar, todo por complacer a Stephan. Aunque también tenía esa fantasía de bailar de esa manera en un teatro.