Oposición ❀ KaiSoo

22: Besos

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Para Kim JongDae, la tarde había sido más que perfecta. MinSeok había caminado a su lado por el centro comercial, se habían detenido a ver algunos escaparates e incluso habían entrado a ver las cosas de algunas tiendas como buenos curiosos.

Habían ido a comer y ambos habían elegido pizza de una manera que los hizo ponerse rojos como la misma salsa de la comida y que los había hecho sentirse un poquito más cercanos también.

MinSeok tenía las mejillas preciosamente sonrojadas casi todo el tiempo, por la timidez que aparentemente el chico desbordaba, pero para JongDae no era señal de molestia alguna, por el contrario, le encantaba.

Podría decirse que era una de sus cosas favoritas, sin contar con el color de sus ojos o la manera en que sus cabellos caían con cierta gracia sobre su frente. Y ni hablar sobre su sonrisa llena de timidez, JongDae podría hacerse su fan número uno y se sentía bastante extraño de no haberlo notado antes, de no saber lo que ocurría con MinSeok desde hacía tiempo.

Por su parte, el muchacho de mejillas regordetas disfrutó de cada segundo desde que llegó a su cita. Para él todo aquello parecía verdaderamente un sueño y al ser éste tan bueno, en verdad temía que pudiera despertarse en cualquier momento.

Y es que así era JongDae, sus labios eran delgados pero MinSeok estaba completamente seguro de que serían tan suaves como aparentaban y que seguramente si el muchacho le besara, se iría directo al espacio a vagar entre las constelaciones y estrellas fugaces, como todas las sensaciones plenas que Kim provocaba con el simple hecho de sonreír.

MinSeok creía que sus manos eran fuertes y pudo comprobarlo cuando lo tomó de la mano para caminar juntos, pero a la vez era lo suficientemente delicado como para llevarlo de manera cautelosa entre los pasillos y mostrarle el camino a la felicidad, aunque todo era felicidad si JongDae estaba cerca.

MinSeok a esas alturas no quería creer que JongDae fuera perfecto, por supuesto que debía tener sus defectos, como BaekHyun siempre se encargaba de repetirle, sabía que el enamoramiento era lo que ocasionaba que él no los viera o se difuminaran ante sus ojos en ese momento.

Porque todo se sentía tan bien, la sonrisa despampanante de JongDae y la manera en que sus ojos se hacían medias lunas cada que lo hacía, la manera en que sus manos se sentían cálidas y cómo le hablaba, acercándose un poco más.

El corazón de MinSeok latió fuerte cuando se pararon en la fila del cine, observando la cartelera porque ambos habían acordado ir a ver una película también, así que después de verse a los ojos, JongDae eligió una película de comedia y MinSeok apostó por una de acción, por supuesto que ambos decidieron como personas civilizadas y habían terminado jugando «piedra, papel o tijera» para decidir el ganador.

En un dos de tres, MinSeok había ganado, por lo que el muchacho dio un par de saltitos, sintiéndose más relajado, olvidándose de toda la tensión que solía casi siempre llevar en su pecho cuando el mellizo estaba con él, cosa que hizo a JongDae sonreír con muchas ganas.

ㅡ Está bien, veremos «La conquista del emperador», pero en otra ocasión me tocará elegir por completo a mí. ㅡ JongDae asintió con firmeza y MinSeok le extendió la mano para cerrar el trato, con el corazón acelerado porque no sólo verían la película que él había elegido, sino que había la posibilidad de otra cita.

Otra salida donde JongDae eligiera lo que iban a ver.

El bajito se mordió el labio inferior y ambos se dirigieron a la fila para comprar los boletos, observando los horarios disponibles y poniéndose de acuerdo en qué asientos tomar para cuando les tocara hacer su pedido.