29: Seriedad

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JongIn regresaba de su entrenamiento esa tarde, KyungSoo se había estado quedando a esperarlo casi todos los días, sin embargo, el bajito le había dicho que sus amigos lo habían invitado por un café y él como el buen novio que quería ser, decidió no acapararlo por completo, porque ya tendría muchas otras tardes que disfrutar a su lado.

Así que se habían despedido después de la escuela, habían pasado un par de días desde el pequeño enfrentamiento que tuvieron con ChaeYeon. La muchacha se había disculpado con él con lágrimas en los ojos y JongIn le había dicho que a final de cuentas no era con él con quien necesitaba disculparse, sino con KyungSoo por haber creado todos esos malentendidos.

Por supuesto que sabía que a la muchacha no le agradaría la idea de hacerlo y ninguno de ellos esperaba que lo hiciera. Sin embargo, él sí que se había esforzado por volver a disculparse; porque de alguna manera y aunque sólo hubiesen salido una vez, él se sentía un poco responsable en hacer que ella se hiciera ilusiones o falsas esperanzas de algún tipo de relación.

Ella le había confesado, ayudada por sus amigas, que tenía un problema con las mentiras, JongIn no quiso escuchar demasiado al respecto, pero le deseó que pudiera sentirse mejor lo más pronto posible.

Había estado entrenando sus tiros en las canchas, después del entrenamiento arduo que el entrenador les había puesto, porque quería perfeccionar su puesto como delantero para el fin de semana.

Esperaba que pudiera irles bien porque sería uno de los últimos juegos de la temporada y necesitaban ganar.

Sus pensamientos estaban enfrascados en todo lo que había pasado las últimas semanas, mientras caminaba a casa realmente cansado, con ganas de ducharse y caer rendido.

Fue entonces cuando observó a su suegra bajándose de su automóvil, cerrando la puerta y caminando por la pequeña vereda hacia la puerta de su casa. JongIn suspiró, porque sabía que la mujer no lo tragaba, no después de haber sido un completo imbécil, incluso aunque no supiera toda la historia y JongIn en verdad agradecía que no supiera toda la historia.

Esperaba algún día tener de nueva cuenta su aprobación, que volviera a verlo con buenos ojos y no de esa manera en la que últimamente lo hacía, sin confianza. JongIn recordaba con claridad la pequeña conversación que había tenido con ella hacía tiempo, cuando había salido a tirar la basura y ella le había dicho entre otras cosas, que no lastimara a su hijo.

Y eso había sido justamente lo que se había dedicado a hacer por ser un cabezota y no querer aceptar que le gustaba, que le gustaba tanto que prefería llamar su atención de cualquier manera a ser ignorado.

Se sentía realmente bien tener a KyungSoo con él, poder disfrutar de sus besos, la manera en que sus manos acariciaban su cuerpo y lo asombroso que había sido estar dentro suyo, hacerlo suyo por completo. Se le erizaba un poco la piel de sólo recordar la intensidad con la que había ocurrido y cómo lo había adorado por completo.

A JongIn le gustaba adorar a KyungSoo, le gustaba ponerlo colorado y que sonriera con dejos de satisfacción en sus gruesos labios, todo a costa de su esfuerzo por decirle cuánto lo quería.

Detuvo entonces su andar, dándose cuenta de que le parecía un poco irrespetuoso de su parte el pensar en el cuerpo desnudo de su novio, temblando bajo el suyo, cuando su madre pasaba justo frente a él.

TaeYeon lo observó por unos instantes y también se detuvo, frunciendo ligeramente el ceño al ver la sonrisa enorme del muchacho que parecía bastante ensimismado en sus pensamientos, venía riéndose solo al parecer y eso la hizo sentir extraña.

Oposición ❀ KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora