Oposición ❀ KaiSoo

11: Dos pueden jugar...

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Pasaban de las ocho de la noche y no había señales de Kim JongDae. KyungSoo incluso se sentía demasiado incómodo de haberse presentado en su casa a esperarlo como habían acordado, porque se suponía que esa era la hora en la que se verían al final.

No había querido mandarle un mensaje para interrumpir su cita y ChanYeol se había excusado diciendo que tenía que ir a casa o su madre lo regañaría porque ya era tarde, cosa que el muchacho de anteojos no entendía porque, se suponía que estaban ahí para ver una película y ésta se iba a tardar al menos unas dos horas más. Sin embargo, KyungSoo pensaba que quizá el más alto se sentía tan incómodo como él de estar esperando por JongDae en la sala de su casa.

JunMyeon les había abierto la puerta con una sonrisa amigable y los había invitado a pasar a esperar a su hermano. Y ahora que ChanYeol se había ido, KyungSoo consideraba irse también, después de ver salir a JunMyeon apurado con su novio chino tras él.

ㅡ YiXing y yo tenemos que salir... seguro Dae ya no tarda, igual JongIn está en su cuarto así que te quedas en tu casa.

El muchacho le sonrió con cierta amabilidad y las mejillas del bajito se colorearon de carmesí al escucharlo, no porque se fuese a quedar a solas con JongIn en la casa. Sino porque sentía que ya había esperado demasiado y simplemente no se iba.

En el fondo, KyungSoo quería ver la cara de JongDae cuando llegara, quería que le dijera que había tenido una cita ㅡsi es que se animabaㅡ o quería ver qué excusa le daría. Tampoco quería juzgarlo y por lo mismo, pensaba contarle lo que había ocurrido con JongIn aquella vez que veía ya tan lejana, cuando se besaron en su habitación.

Y era por eso que no terminaba de irse, sin embargo, pronto darían las ocho con treinta, así que decidió que era lo mejor.

Se puso de pie y comenzó a tomar sus cosas cuando un sonido proveniente de las escaleras lo sorprendió por completo.

ㅡ ¿Vas a algún lado, vaquerito?

JongIn terminó de bajar las escaleras y se recargó sobre la pared, con los brazos cruzados a la altura del pecho, observándolo detenidamente. KyungSoo tragó saliva y siguió recogiendo las bolsas de frituras que habían comprado con ChanYeol en el camino.

ㅡ ¿Vas a ignorarme en mi propia casa? Eso es bastante maleducado ㅡ El muchacho moreno suspiró, aproximándose a donde él estaba, haciendo sobresaltar a KyungSoo que cuando se giró para marcharse, se sorprendió de verlo demasiado cerca.

No le gustaba, la cercanía de JongIn y lo que ocasionaba en su interior eran algo que simplemente quería evitar a toda costa. Pero estar atrapado entre el sillón, la mesa del centro de la sala y JongIn no le dejaba mucho espacio para desplazarse por el lugar y marcharse.

JongIn lo observó con atención y sonrió de medio lado, levantando la diestra hasta su cabeza medio agachada, dejando que sus dedos tomaran su mentón para darle un pequeño empujón y forzarlo a levantar el rostro.

KyungSoo lo observó por unos instantes y se sintió completamente arrepentido de ello. Todo lo que JongIn era irradiaba de su cuerpo, era como si con cada pequeño pestañeo de sus ojos chocolate pudiera hipnotizarlo por completo.

O quizá idiotizarlo sería la palabra correcta, porque se quedó inmóvil pese a que quería marcharse. Tenía tantos pensamientos en su cabeza cuando observó a JongIn sonreír con demasiada confianza.