Oposición ❀ KaiSoo

20: Nosotros

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Después de haber madrugado para despedir a WooBin y haber dormido realmente poco porque el muchacho lo estuvo interrogando hasta altas horas de la noche sobre su llamada telefónica y su escapada de la casa, KyungSoo se subió al auto de su madre para ir de la estación de autobuses a la escuela.

Estaba bastante contento, había visto a su mejor amigo después de mucho tiempo y JongIn había arreglado las cosas, se le sonrojaron las mejillas de sólo recordar todos los besos que se habían dado en la parcial oscuridad del jardín lateral de ambas casas y en cómo el moreno le había prometido que ese era «su comienzo».

Se mordió el labio inferior, recordando la manera en que JongIn lo vio en ese entonces, con la determinación fluyendo desde sus pupilas y cómo había sentido el cosquilleo irremediable bajando por su columna vertebral.

En definitiva JongIn hacía que enloqueciera y eso no le gustaba demasiado si se detenía a pensarlo, pero sí que le gustaba la sensación de sentirse tan cerca de él, de sentir que eran finalmente ambos. «Un nosotros».

ㅡ Estás muy sonriente desde ayer.

La voz de TaeYeon hizo que KyungSoo dejara en automático de sonreír, sintiéndose presa del pánico porque su madre había usado un tono que le decía que no podría ocultarle las cosas aunque quisiera; a KyungSoo le daban ganas de decirle que podría irse caminando, pero a esas alturas, sabía que aquello sería prácticamente imposible.

ㅡ Estoy contento, vi a WooBinnie. ㅡ KyungSoo se mordió el labio inferior y sus mejillas se sonrojaron, después de todo no estaba mintiendo.

ㅡ Seguro, ayer te veías bastante contento ㅡ la mujer asintió mientras se detenía en un semáforo que estaba en rojo ㅡ y ¿eso es todo?

TaeYeon se giró para observarlo de lleno y KyungSoo tragó saliva, girándose también para darle la cara pese a que no quería porque no era bueno mintiéndole, pero a su mamá no le gustaba que pareciera que no le estaba haciendo caso, así que giró el rostro por inercia y la contempló. Sus ojos brillantes y determinados a llegar al fondo de todo aquello además de la línea recta en sus labios finos le hizo saber que sabía, que de alguna manera sabía que había algo más.

ㅡ Pues... sí ㅡ KyungSoo respondió vagamente y el semáforo cambió de color ㅡ mira, el tráfico está avanzando.

TaeYeon se giró nuevamente para ponerse a conducir como era debido y se dirigió por la avenida conocida hacia la escuela de KyungSoo, mientras que el aludido estaba luchando por no morderse las uñas por toda la presión que estaba sintiendo en ese momento, sin contar con la tensión que se sentía en la cabina del automóvil de los Do.

Necesitaba salir de ahí y tomar aire fresco, porque no se sentía todavía preparado para decirle a su madre que estaba saliendo con JongIn, el JongIn que ella decía desde que lo vio con alguien más, no era digno. No sabía cómo iba a reaccionar, y bueno no era nada malo lo que estaba haciendo con el moreno, pero no quería lidiar tan temprano con la mirada de su madre después de que él le repitió hasta el cansancio que JongIn no le afectaba en lo mínimo.

ㅡ Tienes ojeras bebé. ㅡ dijo ella, como no queriendo dejar morir la conversación.

ㅡ Platicamos mucho con WooBin anoche. Era tarde. ㅡ KyungSoo soltó con ligeros nervios.

ㅡ ¿Platicaron de lo que pasó con el vecino en el jardín? ㅡ TaeYeon se mordió el labio inferior.

Cuando la mujer se estacionó finalmente cerca de la puerta principal, KyungSoo estaba estupefacto después de escucharla, se había quedado inmóvil en su asiento y con las manos heladas porque entonces aquello solo podía significar una cosa.