Dulce Perdición

XXIII

Terminé de acomodar los últimos documentos que me correspondían y fui por mi bolso para así poder retirarme lo más rápido posible de la empresa.

Sabía y muy bien que después de aquella interpretación que le había hecho a Christian en donde le hacía entender que lo "nuestro" acabó, luego traería sus consecuencias y aún no estaba lista para mi próximo acto.

— Cielo — se escuchó la voz del seductor mientras salía del ascensor— Necesito hablar contigo

Maldije en voz baja — Oh, si requiere algo de mí tendrá que ser mañana— me di la vuelta en su dirección — Mi horario de trabajo acaba de concluir

— Lo siento no me expresé bien— comenzó a caminar hacia mí — Necesito hablar contigo ahora y sin peros

— Yo...— las puertas del ascensor se abrieron nuevamente, dejando pasar la figura de Eliot con una gran  sonrisa en sus labios que rápidamente fue borrada al ver a Christian.

— Cielo leí tu mensaje — agregó ignorando a su hermano— ¿Nos vamos?

— Justo a tiempo— sonreí — Adiós señor Clark

Agarró mi brazo haciendo que me detuviera — ¿Qué significa esto?

— No hay mucho que indagar—contesté — Sólo iremos a beber y eso no es de su incumbencia, después de todo nuestra relación termina puertas afuera

— ¿Estas jugando conmigo?— miró molesto a Eliot y luego a mí.

— No entiendo a que se refiere señor Clark— me safe de su agarre y me alejé de él — Todo el trabajo de hoy está sobre mi escritorio y cualquier cosa si hay algo mal, lo hablamos mañana cuando sea mi horario de entrada—Tomé a Eliot de la mano y lo metí al ascensor junto conmigo.

Suspire con alivio al haberme librado tan fácil de Christian, aunque sabía bien que eso no había terminado allí.

— ¿Qué fue todo eso?

— Esa fue la muestra de una Cielo cansada de problemas — llevé mis ojos a nuestras manos que aún seguían tomadas — Lo siento — lo solté avergonzada.

— Me gusta esa Cielo — rió — Me gustan todas las Cielos 

— ¿Eso quiere decir que te gusta además de mí otras más?— elevé una ceja —¿Tienes algún fetiche con el nombre?

Parpadeo incrédulo para luego continuar riendo  — Deja de dar vuelta todo lo que digo — pellizco mi mejilla dejando escapar de mi un quejido de dolor.

Quería disfrutar de la noche sin estúpidos pensamientos que dieran vueltas en mi mente impidiendo mi tranquilidad. Necesitaba respirar aire fresco, huir de la realidad y qué mejor que hacerlo con mi gran e íntimo amigo reparador de heridas que el alcohol.

Necesitaba la poción mágica para olvidar todos mis males.

Llegamos al bar junto a Eliot y los demás, yo aún continuaba con mi ropa de trabajo pero de igual forma eso no me importaba, solo quería beber.

Suspiré sastifecha luego de mi tercer trago fuerte — Rico

— Cielo estas rara — Chloe chasqueó sus dedos frente a mi rostro— ¿Tienes algún problema?

— La vida tiene cientos de problemas — comencé a filosofar como de costumbre tras la acción de la bebida — Si no hubiera problemas no seria vida

— Tienes un punto — me dio la razón Logan divertido.

Pedí un trago más al cantinero y continúe mi "trágico" relato—  Si todo fuera fácil,  yo estaría viviendo junto a Brad Pitt porque sería su Angelina