Epílogo

853 35 6
                                    

Narrador XX:

Durante diez años, la orden jedi, fue saliendo de las sombras de la galaxia; el Senado, votó a favor del restablecimiento del templo jedi en Courusant; los ciudadanos de toda la galaxia, fueron aceptando poco a poco a los sensibles de la Fuerza, los jedi lograron cambiar su código, viendo que lo que durante el paso del tiempo, ellos pudieron pasar el lado oscuro sin problemas y se dieron cuenta, de que el amor, no es un problema para seguir siendo jedi. Causando que tanto Anakin y Obi-Wan siguieran dentro de la orden y el consejo pero en sus respectivos hogares, Anakin y Shmi, lograron conocerse mucho mejor durante estos años, Padmé tuvo a dos maravillosos gemelos, llamados Luke y Leia, quienes ahora están estudiando el sexto año de la escuela elementar. 

Padmé: - ¿Luke, Leia? - llamó la reina a sus dos hijos amados, quienes estaban jugando en el jardín después de haber terminado sus obligaciones en la escuela. 

Luke: - Vamos, mamá - respondió riendo, Luke, es un jovencito con cabello rubio y arenoso, igual que su padre, mientras Leia, era una jovencita que tenía tanto los ojos como el cabello de color café oscuro, igual que su madre; ambos gemelos, amaban su hogar y a sus padres, los padawans que estaban en la casa del retiro, pudieron encontrar a sus padres los que aún habían sobrevivido, algunos fueron adoptados por familias de todas partes de la galaxia, Padmé y Anakin, se aseguraban de que aquellas familias, supieran respetar y amar al joven que iban a cuidar.

Leia: - ¿Qué pasa, mami? - preguntó sonriendo la princesa de la familia, en eso llega Anakin abrazando a su esposa por detrás y le da un beso en la cabeza. 

Padmé: - Niños, recuerden que mañana vamos a ir a visitar a sus tíos en Mandalore - los jóvenes Skywalker, saltaron de alegría al recordar su visita fuera de su planeta natal; no es que no amen su mundo, pero de vez en cuando, es bueno cambiar de aire para conocer a gente nueva y lugares distintos.

Luke y Leia: - ¡¡SÍ!! - ambos gritaron y Leia, se acercó a su padre y con los brazos le pidió que la cargara, el cual obedeció sin problemas y le dio un beso en su mejilla izquierda. 

Luke: - ¿Va a venir la abuela, mami? - preguntó ansioso, ambos niños amaban a su abuela tanto como Anakin amaba a su madre. 

Anakin: - Pero por supuesto que sí - acarició el cabello de su hijo, quien rió tiernamente por el afecto de su padre - además, la tía Ahsoka y el tío Obi-Wan, nos esperan para celebrar la Navidad en Mandalore - como los tiempos son diferentes en cada planeta, entonces en Mandalore estaban por celebrar la Navidad y Obi-Wan y Satine, invitaron a sus amigos y familias para celebrarlo juntos. 

Padmé: - Además, la tía Satine, dijo que tenía una sorpresa para todos, por lo que tenemos que ir a dormir temprano para irnos a medio día a Mandalore - los niños se quejaron, pero Anakin les dio su cara para mantenerlos firmes y aceptaron sin tanto problema. 

Anakin: - Muy bien familia, es hora de dormir - ambos padres cambiaron y acostaron a sus príncipes en sus respectivas camas donde era la habitación de Padmé y Fernanda y hablando de ella, Fernanda, sigue trabajando en el palacio como consejera de Padmé y Anakin, además de que logró que Raxus, Onderon y otros planetas que habían sido considerados como enemigos de la República, volvieran a tomar participación en las decisiones de la galaxia. Después a la mañana siguiente, la familia real fue a desayunar, mientras algunos guardias acomodaban sus maletas en la nave de Anakin, aunque sería un viaje de una semana, Padmé no podía esperar a tomar otro descanso después de un año de arduo trabajo. 

Shmi: - Me alegra que vayamos a Mandalore, Ani, he oído que es un lugar encantador - le dijo a su hijo, mientras ambos caminaban por el pasillo en el palacio; Anakin, ya se había acostumbrado a usar sus vestimentas de noble ya que eran más cómodas que antes, al igual que Padmé, ordenó cambiar el vestuario para reina; ya que era incómodo usar tanto maquillaje todos los días.

Anakin: - Lo es, mamá, no hemos ido tantas veces por cuidar a los niños y al planeta, pero de las pocas veces que he visitado, sé que Mandalore ha prosperado muchísimo desde la Duquesa Satine hasta ahora su sobrino, el Duque Korkie - le explicó cuando llegaron a los jardines, Padmé estaba terminando de dar indicaciones a su consejo mientras estaban de viaje. 

Shmi: - Ani - llamó a Anakin y él, la vio tranquilo - lamento mucho no haber estado contigo todos esos años - dijo triste, a lo que Anakin la abrazó con fuerza, ése era un tema delicado para ambos - de verdad, quería pasar la eternidad junto a ti, pero el haber sido esclavos en Tattoine y la purga jedi, era un grave problema que me impedía cuidarte, no porque no te amara, cielo....sino porque, me perseguían tanto los de Jabba como los guardias de Naboo, por lo que tuve que tomar la decisión más fuerte de mi vida y separarte de mi lado, cuando sólo eras un bebé - ambos se abrazaron más fuerte, ya que era doloroso ese recuerdo. 

Anakin: - Lo sé, mamá - le dio besos en su frente y la hizo verla a los ojos; ninguno de los dos, sabía que Padmé los estaba observando de lejos - pero todo acabó y estás conmigo de nuevo, Palpatine está muerto y con él, todo tipo de ideal de imperio o de destrucción masiva - los dos se sonrieron y vieron a la ciudad - además, ya has pasado diez años viviendo conmigo y tienes a dos nietos maravillosos a quienes amar, sé que es difícil, pero la fuerza nos reunió y debemos ser agradecidos por ello - eso, hizo reír un poco a Shmi. 

Shmi: - ¿Quién diría que mi hijo me está dando una lección de vida? - ambos rieron y se dirigieron a la entrada. 

Anakin: - Ja, espera a que Obi-Wan te cuente todas las veces en que se ha metido en problemas - rieron a carcajadas por unos momentos y después se encontraron a Padmé en el pasillo - ¿todo bien, amor? 

Padmé: - Sí, todo perfecto, Ani - de ahí, los tres se encaminaron a la nave, donde los esperaban los niños y se dirigieron a Mandalore para celebrar la Navidad. 

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Narrador Satine: 

(Un mes antes) 

Satine: - Obi-Wan - llamé a mi esposo, quién se encontraba en el balcón de nuestro cuarto - observando el paisaje del bosque; diez años después de la destrucción de Palpatine y su séquito, Korkie, nos otorgó una casa dentro de la ciudad, mientras yo trabajaba en relaciones externas dentro del palacio con Korkie y Obi-Wan, se dedicaba a enseñar a jóvenes y adultos, sobre la Fuerza y sobre cómo equilibrarla con la vida cotidiana; pero este fin de semana, nos la pasamos en la playa, donde nos encontramos cuando él escapó de Courusant. 

Obi-Wan: - ¿Mande, cielo? - entró sonriendo, el día era maravilloso y más todavía por lo que tenía que decirle. 

Satine: - Obi, querido - lo tomé de los brazos y nos acerqué lo más que pude - eres el amor de mi vida - le dije contenta. 

Obi-Wan: - Lo sé, me lo has dicho los 365 días de cada año - me dijo burlonamente y le di un golpe en el pecho. 

Satine: - No era una invitación para ser engreído, Obi-Wan - le dije girando mis ojos, pero su presencia no me permitía estar molesta con él - como decía, te amo con todo mi ser y he sido la mujer más dichosa del mundo contigo - su rostro se iluminó con alegría y me dio un beso tierno en los labios - y me alegra decirte, que hemos llegado a alcanzar el siguiente paso. 

Obi-Wan: - ¿Siguiente paso? ¿De qué hablas, Satine? - me preguntó confundido, a lo que sonreí todavía más y llevé su mano, hasta mi vientre, lo que después de unos momentos, analizó la situación y vi que su sonrisa se ensanchó por el hecho de pensarlo - ¡Es enserio! - preguntó emocionado y asentí con la cabeza, sacando como respuesta que él me besará fuertemente en los labios y yo, le respondí por igual - ¿Vamos a ser padres? 

Satine: - SÍ - respondí con amor y emoción - vamos a ser padres - nos abrazamos y sentí que mis ojos lloraban de la alegría. 

Obi-Wan: - Eres lo mejor que me ha pasado en mi vida, Satine - me dijo entre besos y chocamos contra la pared por todo la emoción y pasión - jamás podré dejar de agradecerte por aceptarme en tu vida. 

Satine: - Ya te lo dije, Obi-Wan, eres mi vida y yo, no puedo dejar de estar contigo, ni aunque estemos peleados - lo volví a besar y decidimos llamar a Padmé para invitarlos a la fiesta de la Navidad, no podía dejar de pensar de que todo esto, a pesar de las adversidades, salió para bien y que podremos enfrentar lo que sea juntos. 

Star Wars: IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora