Capítulo 6: Planes macabros

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Narrador Jobal:

A la mañana siguiente, me desperté temprano, como de costumbre, mi esposo estaba exhausto por ayer y decidí dejarlo dormir un rato más; me di un baño y me paseé por los pasillos que me llevaran a la habitación de Padmé y Fernanda. Pero cuando toqué la puerta de su cuarto, no oí respuesta, volví a tocar la puerta y de nuevo no hubo respuesta.

Jobal: - Padmé, querida....ya es tarde, tienes que ir conmigo al pueblo - llamé después de abrir la puerta, pero vi que las dos camas estaban hechas como si nunca hubieran sido usadas - ¿Padmé, cielo, estás aquí? - pregunté algo alarmada, Padmé jamás desaparece y mucho menos, se va sin avisar a ningún lado; busqué en el baño, en el balcón, nada....no había rastro de ella - Fuerza...esto no puede estar pasando...no otra vez.

Paolo: - Buenos días, majestad....¿se le ofrece algo? - me preguntó uno de los guardias más fieles del palacio, él ha estado trabajando para la familia real desde hace años ya y puedo ver, la expresión de cariño que él pone, cada vez que está con Padmé, pero Padmé debe casarse con alguien de la realeza; lamentablemente así son las reglas y no podemos cambiarlas. 

Jobal: - Paolo...¡qué bueno que te veo! - me acerqué ansiosa, no sabía que pasaría si resultaba que habían secuestrado a mi hija y a la única que me queda - ¿Has visto a Padmé en el castillo? - hizo cara de confusión, pero tratando de recordar si en algún momento la había visto. 

Paolo: - No, majestad, llegué desde temprano al palacio y no he visto a la princesa....mucho menos una anomalía - dijo seguro, pero estoy segura de que ya empezó a notar mi angustia - majestad, ¿sucedió algo con la princesa? - su cara también empezó a ponerse tensa, a lo que me imagino que está pensando lo mismo que yo. 

Jobal: - Capitán, necesito que registren todo el palacio - le pedí con seriedad, lo cual lo puso más serio comprendiendo de lo que estamos por vivir - nadie sale y/o entra del palacio, hasta que no aparezca la princesa, ¿quedó claro, capitán? - le exigí con un tono de firmeza y dureza, no quería dar ni un sólo motivo de duda en mi petición; la seguridad de mi hija está en riesgo y no puede haber ninguna equivocación. 

Paolo: - Más que claro, su majestad, descuide nadie saldrá de aquí hasta que la princesa aparezca....buscaremos hasta en los lugares más recónditos de este lugar - hizo una reverencia, pero antes de que se fuera lo detuve. 

Jobal: - Haga lo que sea necesario, capitán, si es necesario desarmar este palacio desde sus cimientos...que así sea, pero quiero a mi hija sana y salva - le pedí con un tono de autoridad, para que tuviera en cuenta las consecuencias. 

Paolo: - Tiene mi palabra, my lady....la princesa, estará enfrente de ustedes más pronto de lo que piensa - con eso, se retiró y yo, mientras me dirigí a los lugares que sé donde ella podría estar; pasó una hora y Padmé seguía sin aparecer, lo cual sólo significaba una cosa....Padmé, mi hija estaba secuestrada y posiblemente, esté bajo las manos de esos miserables.

Jobal: - ¡Ruwee, querido! - llamé a mi esposo muy asustada, pero tratando de mantener la calma, a pesar de ser madre, también era reina y debía mantenerme en mi posición - Hay un grave problema. 

Ruwee: - ¿Qué sucede, reina mía? Conozco tu cara y sé cuando estás muy alarmada, a pesar de tu máscara de fortaleza - me dijo acercándose, dejando todos sus pendientes a un lado....eso, es lo que más amo de mi esposo; a pesar de ser un rey y de cuidar sus responsabilidades de mantener y cuidar a todo un planeta, pero también pone en primer lugar sus obligaciones como padre de familia, mucho más desde lo que le pasó a Sola. 

Jobal: - Cariño, Padmé no aparece desde la mañana - cuando le dije eso, su cara se puso tensa y llena de miedo, así como cuando yo descubrí que no estaba en su habitación - ya puse a todos los guardias del palacio a buscarla, nadie puede entrar y salir del palacio hasta que ella aparezca. 

Star Wars: IlegalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora