capitulo 23

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Dedicado a lutteoloves

Fin de maratón

Quizás era eso, se había prestado a enfrentarse a ellos solo, y tal vez le preocupaba. O quizá simplemente estaba exhausto.

ooo

Ella lo estaba, y se había ido a dormir más o menos al mismo tiempo en que él apenas empezaba con la policía.

-En cuanto a tu papá...-dijo Matteo- su auto es... Viejo. -era demasiado educado para decir que era un montón de chatarra. Pero ella nunca se había percatado de sus ruidos y vibraciones sino hasta que se subió a este auto último modelo- estoy seguro de que se le estropeó a medio camino, y de que en este momento está esperando que llegue el mecanico- le dijo obsequiandole una sonrisa tranquilizadora.

-Supongo-dujo Luna- a mi mamá le ocurrió lo mismo una vez.

Dijo eso porque la noche anterior el se enteró de que su mamá no vivía con ellos, y pareció el momento oportuno para iniciar una conversación, pero él no pidió detalles.

Era ciertamente menos amigable y abierto que la noche anterior, más distante y seguro de sí. Le resultó difícil definir que fue lo que le había hecho pensar que él estaba en el primer año de la universidad. Tuvimos una pelea con Candelaria, ¿Verdad?, Conjeturó.
Eran casi las nueve cuando llegaron a la glorieta de venados.

La mayoría de las casas estaban iluminadas, algunas incluso con decoraciones navideñas, aunque a Luna le pareció prematuro, puesto que apenas era la primera semana de diciembre y no había nieve. En medio de todas las luces la casa de los Valente estaba completamente a oscuras, parecía casi amenazante.

Matteo se estacionó enfrente y volvió a obsequiaron una sonrisa tranquilizadora.

-Gracias- dijo Luna, alcanzando su mochila del asiento trasero.

-Lo que se te ofrezca- le aseguro Matteo, pero nada era como la noche anterior.

Luna saco la llave de su mochila y tomo el camino de acceso iluminado por los datos del auto de Matteo.

Puso la mano en el picaporte pero antes de conseguir meter la llave la puerta se abrió de par en par. Qué raro que su papá no hubiera cerrado con llave, tal vez estaba con algún vecino y salió pensando que tardaría unos minutos; tal vez no había previsto salir después del anochecer.

Luna busco a tientas el interruptor de la luz.

La sala era un caos.

No un caos como si no la hubieran limpiado en un mes.

Caos porque los cuadros estaban torcidos, los muebles desordenados, los cojines destrozados...
Luna dió media vuelta justo a tiempo para ver qué Matteo acababa de arrancar.

-¡Espera!- gritó. Dejó caer su mochila y atravesó corriendo el jardin- ¡Matteo!- pero era invierno y llevaba las ventanas del auto cerradas- ¡Matteo!

Corrió hasta la calle, agitando los brazos frenéticamente. Él ya estaba en el semáforo de la esquina, cinco casas después y no había manera de que la oyera ni de que ella lo alcanzara. Las luces de los frenos estaban encendidas, pero en un segundo doblaría la esquina y ella se quedaría sola. ¿Qué podría hacer? Ir a la casa de los Armendáriz, supuso. O a la de los Smith, que eran más amistosos.

Pero los frenos del auto de Matteo seguían encendidos. Seguramente la vio por el retrovisor, porque en un momento empezó a retroceder. Ella corrió por la mitad de la calle, reacia a permanecer cerca de la casa, asustada por lo que hubiera ocurrido en el interior.

Matteo bajo el vidrio de la ventana.

-Alguien entro en la casa-dijo Luna, jadeando- entraron a robar.

-sube-le dijo Matteo.

Matteo dió marcha atrás y se estacionó delante de la casa. La luz que salía por la puerta abierta alumbraba la escalerilla. No había signos de movimiento.

-Aguarda aqui-le dijo a Luna. Dejó la puerta del auto abierta y no apagó el motor.

Luna miró aprensiva mientras Matteo cruzaba el camino. "No... " Murmuró ella cuando él titubeó en la entrada, pero luego se metió y ella lo perdió de vista.
Aguarda aquí, donde no podía verlo. ¿Sola? ¡Si como no!
Cuando Luna entro en la casa Matteo no había pasado de la sala. Había tratado de no hacer ruido, por si acaso los intrusos se encontraban todavía en el interior, pero cuando vio lo que Matteo estaba mirando- el texto escrito en rojo en la pared, emitió un grito sordo.

Aunque estaba de espaldas a ella, Matteo debió oír que se aproximaba, porque no se sobresaltó.

- Sólo es pintura-dijo él- solo es pintura roja.

-¿Estás seguro?

- Huélela.

El horrible dolor que había empezado a surgir en su pecho disminuyó un poco. Al menos no era sangre.

"VAMPIRO TENEMOS A TU FAMILIA" -Decia el texto.

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Aqui está su capítulo xd  lo publique ayer pero Wattpad lo elimino sorry, a partir de ahora empieza lo bueno de esta historia ahre Bv espero les guste dejen sus votos y no olviden que al primer comentario se le dedicará el próximo capitulo..

Chau!

Atte:Gio la boluda❤😘

COMPAÑEROS DE LA NOCHE LUTTEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora