Capítulo 9

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Me deperté y vi algo que me hizo mucha gracia. David estaba en el filo de la cama con una mano en la boca de Carlos, quien tenía un pie en la cara de Sonia. Sonia tenía en una mano en la garganta de Dani y una rodilla en el estómago de Alba, quién tenía a Rocío apretujada en la pared con cara de estreñida. Blas estaba tumbado a sus anchas con el pie en boca de Álvaro, no se cómo, acabó durmiendo con las piernas en la cama y el resto del cuerpo en el suelo. Me puse de pie en la cama, y en silencio hice la foto en la que salía este “dilema”.

La subí a Twitter riéndome y poniendo en la foto: “Despertarme y ver a estos personajes así es de lo más divertido que hay”

Me empezaron a llegar retweets y favoritos poco a poco hasta que... Grité, si grité. Miré como mi móvil iba a explotar de un momento a otro. Las menciones, los retweets, los favoritos... No puedo creerlo... Me di cuenta de que los chicos me miraban entre preocupados y extrañados. Imaginaros a una chica subida de pie en la cama, que haya gritado y que mire su móvil como si se tratara de una mascota apunto de morir en manos de un asesino en serie, el cual mató antes a tu pokemon favorito subido en su dragón rojo escupefuego. Les enseñé la lluvia de notificaciones y se extrañaron, miraron sus twitters y salí corriendo, ya que sabía lo que me esperaba.

Después de que me pillaran (lo que es normal, ya que ellos eran ocho y yo solo una, era de esperar) desayunamos y fui corriendo a mi habitación. Me vestí con una top negro, dónde venía escrito “Sweetie” en letras blancas; unos shorts blancos y mis converses negras. Me hice un moño mal hecho. Cogí el móvil y algo de dinero para el taxi. Bajé corriendo y me despedí con un “Adiós” sin dar tiempo a preguntas.

Al llegar a la parada del AVE, compré un billete (con mi tarjeta) Esperé diez minutos a que llegara. Hoy sería un gran día, mi hermano se vendría a Madrid una semana.

(…...............................)

Llegamos a casa de Sonia, mi hermano estaba supercontento de ver a las chicas, sobre todo a Rocío. Entramos y Sonia me miró, bajó la mirada y vino corriendo a abrazar a mi hermano, quien le abrazó con muchísimo gusto.

Sonia: Te he extrañado -dijo dándole mil besos.

F.A: Yo también -dijo tímido.

Fuimos al salón y estaban todos allí, cuando me vieron, el primero en reaccionar fue Carlos.

Carlos: ¿Dónde has estado?

Yo: Pues he ido a recoger a mi pitufo.

David: Dani ya está aquí -dijo extrañado.

Yo: Pero es que tengo dos pitufos, él y mi niño.

Blas: ¿Tienes novio? -dijo, y todos los chicos le miraron mal, por alguna razón.

Yo: Claro, mira -cogí a mi hermano – Francisco Antonio, ellos son Álvaro, Blas, Carlos, David y Dani. Chicos, el es Francisco Antonio, mi pitufo-novio-hermano.

Se les cambiaron la cara y fui con las chicas, quienes estaban riendose.

Vuelvo a ser la rara #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora