Taehyung estaba muy satisfecho con su nuevo color de cabello cuando salió junto a un pelinegro Hoseok del salón de su amiga.
—¿Entonces tu hermano celebrará su cumpleaños durante dos semanas y media?– Hoseok parecía muy sorprendido.
Ambos permanecían rendidos sobre el césped en una parte lejana del parque que se encontraba a un par de cuadras de su casa comiendo helado mientras Yeontan perseguía aves y ardillas.
—No sabía que tu familia era así de rica cómo para costearse una celebración de tal magnitud– continuó el mayor.
—Papá es dueño de grandes negocios y mis hermanos trabajan la mayor parte de ellos, además son accionistas de otras cuantas empresas– explicó el ahora rubio dando lamidas a su helado antes de que se derritiera.
—Mmm– Hoseok recargó la espalda contra la corteza del árbol que les daba cobijo —todo suena muy importante– suspiró. —Al menos uno tiene salud– sonrió.
Taehyung soltó una carcajada sonora.
—Mi padre quiso ayudar a mamá muchas veces luego del divorcio pero ella se negó, decía que quería ganar su propio dinero y no mal acostumbrarse a recibir todo en bandeja. Crecí con esos pensamientos y aún ahora prefiero trabajar por mi cuenta y no para papá. No sé si sea bueno o malo. Probablemente mamá habría tenido más tiempo para mi si hubiese aceptado el dinero que papá le ofrecía y yo no me habría críado prácticamente con los Choi. Aún así creo que hizo lo correcto y gracias a ello no soy un mimado–.
Hoseok escuchó en silencio, asintiendo a las palabras de Taehyung.
—Tu madre hizo bien– aseguró —yo habría hecho lo mismo–.
Taehyung no sabía mucho de Hoseok salvo lo que Jungkook le había contado. A pesar de su actitud animada, alegre y amigable, Hoseok era realmente una persona reservada. Lo poco que sabía de él era que también venía desde lo más bajo, había trabajado en las calles desde muy pequeño y ya no le quedaba familia viva salvo su hermana a quien prácticamente adoraba y protegía con uñas y dientes.
Taehyung no pudo evitar sentir tristeza. Hoseok rara vez se mostraba triste o deprimido pero sabía al ver aquella mirada alegre que en el pasado esos ojos que ahora deslumbraban habían derramado muchas lágrimas. Lo sabía porque los ojos de Jungkook eran iguales.
Quizás algún día, Hoseok pudiera abrir más su corazón. Cuando ese momento ocurriera Taehyung quería estar ahí junto a él, cuando se derrumbara y dejara salir todo eso que contenía, él y Jungkook se asegurarían de sostenerlo cómo la familia que el mayor no tenía.
—¿No debes llamar a tu padre para confirmarle de que van a ir?–.
Las palabras de Hoseok lo sacaron de sus pensamientos.
Correcto.
—Lo había olvidado– el rubio soltó una risita.
—Despistado– Hoseok le dio un golpecito en la cabeza —llámalo, iré a jugar con Tannie– anunció, sacudiendo sus manos ahora ligeramente pegajosas por el helado.
Taehyung asintió y sacó el celular de su bolsillo mientras observaba a Hoseok correr directo a Yeontan y empezar a perseguirlo.
Sonrió y marcó a su padre. Respondió al primer tono.
—Taehyung– la voz seria y firme de Kim Younghae siempre resultaba un poco intimidante.
—Solo habló para avisar que si iremos al crucero– suspiró —¿dónde lo tomaran?–.
—Saldremos en avión desde Busan– el hombre no parecía sorprendido.
Taehyung observó a Hoseok y Yeontan recostados sobre el césped rodando por todas partes.
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Good Manners ♠ KOOKV
FanfictionCon dos años y medio de relación estable, una casa propia, una bendición peluda de cuatro patas y todo una vida por delante, Taehyung y Jungkook creen que han logrado derribar todos los obstáculos en su camino. Que equivocados estaban. Luego de un n...