—¿Qué clase de cenas son estas en donde nadie hace chistes?– se quejó Hoseok —Seokjin estaría decepcionado– se llevó una enorme cucharada de helado de leche quemada a la boca.
Todos lo vieron mal. Jungkook hubiese preferido los chistes malos de Seokjin sin duda alguna. El silencio tan horrible en esa cena sólo era interrumpido cuando alguien hacía algún comentario en contra de ellos o una burla de ellos. Para ese entonces Jungkook ya sabía diferenciar a todos.
Younghae rara vez hablaba. Soora era al parecer la tercer esposa del hombre y Haneul, la madre de Taehyung había sido la segunda. Beakhyun era hijo del primer matrimonio y Hye era hija de este tercero. Mingwoo era hermano mayor de Younghae, su esposa actual era Lena, una americana que gustaba de usar escotes pronunciados y que al parecer no entendía muy bien el idioma ya que hasta ahora Jungkook no la había escuchado hablar pero al menos sonreía y no como el resto. Jaebum y Jinyoung eran hijos de Mingwoo pero no de Lena.
Haebyul era el hermano pequeño de Younghae, su esposa era Jaena, una mujer que parecía amar el licor. Su hijo era Jeonghan. Minji era la única hermana de Younghae, una mujer de cáracter duro, su esposo era Yann un hombre serio y reservado, sus hijos eran Jongin y Sehun. Sin duda un árbol genealógico complicado.
—Y dime, Jungkook– finalmente Yoinghae habló —¿a qué te dedicas?–.
De acuerdo, al fin una pregunta que no atentaba contra su sexualidad o pretendía ser una burla a su persona.
—Soy diseñador grafico, señor– respondió orgulloso.
—Oh vaya– interrumpió Jongin.
—¿Algún problema?– Jungkook dibujó una sonrisa que poco o nada tenía que ver con su voz severa.
—No, no– negó el moreno.
—¿Y tus padres? ¿A qué se dedican?– continuó Younghae, ignorando la interrupción anterior.
Jungkook apretó ligeramente los puños, sus amigos dejaron de comer y le dedicaron una mirada observando la reacción de su amigo. Jimin le dio un suave apretón a manera de apoyo y Jungkook se lo regresó, agradeciendo en silencio. Habría sido fácil mentir y sabía que sus amigos lo cubrirían pero Jungkook decidió ser honesto desde un principio, nada bueno saldría de mentir después de todo.
—No conozco a mi padre y mi madre esta en prisión desde hace tres años por homicidio en segundo grado– respondió y dió un sorbo a su agua.
Hubo un silencio pesado.
—¡Lo que faltaba!– habló Sehun —¡tenemos al hijo de una criminal entre nosotros!–.
—Vaya próspecto– se burló Haebyul.
—No esperaba menos de Taehyungie– Jaena rió estruendosamente.
—Mamá, por favor– intervino Jeonghan, con mirada de reproche.
Yoonji dejó lo que estaba comiendo a un lado, se limpió la comisura de sus labios y se dispuso a atacar y defender cuando de pronto una silla fue arrastrada llamando la atención de todos en la mesa.
Baekhyun estaba de pie con semblante serio.
—Bueno, se supone que quien cumple años aquí soy yo pero tal parece que el centro de atención siempre será alguien más– habló tranquilamente —me retiro, muchas gracias por la cena tan maravillosa–.
El chico desapareció del salón y el silencio volvió a reinar durante los siguientes minutos hasta que poco a poco todos empezaron a retirarse y Jungkook no pudo estar más feliz. Justo cuando se disponía a salir de ese horrible lugar junto a sus amigos, Younghae lo detuvo.
—Jungkook, una palabra– pidió el hombre.
Yoongi lanzó una mirada a su amigo sólo para confirmar que estaría bien solo con ese tipo, Jungkook asintió con un cabeceo y entonces el mayor salió del lugar al igual que el resto, dejando solo a Jungkook y Younghae en la enorme mesa junto a otras doscientas personas adineradas que mantenían aparentes conversaciones agradables y banales a su alrededor.
—¿Whiskey? ¿Vodka? ¿Brandy?– ofreció Younghae alzando la mano para llamar algún camarero.
—Así estoy bien, gracias–.
—En ese caso iré directo al punto– Younghae se recargó contra el respaldo de su asiento antes de continuar —te pediré de la manera más amable que una vez tocando tierra en la primer isla de este recorrido te alejes de Taehyung. Obviamente pagaré tu boleto de avión de regreso a Seul y te daré un poco más de dinero para que te mudes lo más lejos posible y...–
Jungkook lo interrumpió cuando empezó a reír ruidosamente. Younghae permaneció con mirada tranquila y gesto indescifrable.
—Creí que estas mierdas sólo pasaban en dramas baratos– exclamó el pelinegro echando ligeramente la cabeza hacía atrás. —Lamento decepcionarlo pero eso no pasará. Aunque le cueste creerlo yo amo en verdad a su hijo, con todo y la puta familia homofóbica que tiene. No puede darme nada que me haga alejarme de él y no pienso hacerlo aunque así fuera–.
El pelinegro se puso en pie.
—¿Sabe? Creí que usted era un poco mejor que el resto de su familia pero ya veo lo equivocado que estaba– hizo una sonrisa que no alcanzó sus ojos —buena noche, señor– y salió.
Jungkook caminó sintiendo la rabia hervir en su sangre e hirvió aún más al llegar a la habitación de Taehyung y encontrar a la arpía pelirroja acurrucada a lado de su inconsciente novio, tan cerca de él que incluso parecía una garrapata aferrada a su cuerpo.
—¡¿Qué crees que estás haciendo, puta barata?!– de acuerdo, quizás haberla insultado no era necesario pero en ese momento la ira cegó completamente al pelinegro.
Anya se separó de Taehyung y observó a Jungkook con descaro.
—¿No es obvio?–.
—Vete– ordenó Jungkook apenas conteniéndose para no meter tremendo puñetazo a la pared —¡fuera de aquí!–.
—¿Qué está pasando?– Jeonghan llegó hasta la habitación ya que la suya se encontraba justo a lado, el chico ya iba enfundado en pijama.
—Esta... Mujer se metió a la cama de MI novio, te pido que la saques de aquí o lo haré yo– explicó Jungkook con la voz temblorosa debido al coraje.
—Anya– la llamó Jeonghan con voz autoritaria —ven conmigo ahora– la tomó de la muñeca y la sacó del lugar.
Jungkook aseguró la puerta luchando contra las benditas ganas que tenía de destruir y golpear a todos. Caminó hasta la cama. Taehyung había quedado noqueado luego de tomar su medicamento para el mareo. El rubio seguía placidamente dormido, su respiración era serena y uniforme, ajeno a todo lo que ocurría a su alrededor y el hecho de que su novio estaba considerando la idea de tomarlo en brazos y tirarse a mar abierto sobre un bote salva vidas.
¿Cómo era posible que una criatura tan hermosa y adorable como Taehyung fuera familiar de personas como aquellas? Parecía casi una burla, un mal juego del destino.
Jungkook se sentó a lado de su precioso novio tomando una toallita humeda para limpiar la mejilla del rubio intentando apartar el labial en forma de beso que había dejado la pelirroja. La rabia aumentó el doble al saber que esa chica había dejado parte de ella en su pequeño. Taehyung frunció el ceño entre sueños y esbozó un puchero muy marcado.
Jungkook sin duda lucharía por ese hombre a toda costa. Él sin duda seguiría a lado de Taehyung sin importar lo que pasara, sin importar los obstáculos que les arrojara la vida o lo pesada que se volviera la familia Kim en un futuro. Él lucharía y estaba seguro de que Taehyung haría lo mismo.
—Te amo– dijo, y depositó un beso cálido en la frente de su novio, al instante el ceño fruncido de Taehyung desapareció.
ESTÁS LEYENDO
Good Manners ♠ KOOKV
FanficCon dos años y medio de relación estable, una casa propia, una bendición peluda de cuatro patas y todo una vida por delante, Taehyung y Jungkook creen que han logrado derribar todos los obstáculos en su camino. Que equivocados estaban. Luego de un n...