No esperes que vuelva [ραυѕα∂α]

Gaamtasu

Narra Matsuri

Me alejé de donde estaban los demas y me subí a un árbol, me acosté sobre él y cerré los ojos.

No había podido dormir mucho ya que Mitsuha y Mitsuhi estaban, según ellas, "entrenando", hicieron un desastre en casa de Temari e incluso Shikadai con lo dormilón que es estuvo jugando con ellas, yo y Temari nos desvelamos así que ahora tengo unas ojeras de mapache.

Estaba tranquila hasta que decidí hacer algo, en todo el entrenamiento que tuvimos entre todas creamos un jutsu, la única que lo pudo hacer fue Sakura, yo ya casi lo logro, quiero intentarlo pero para eso tengo que calentar, cualquier error que cometa puede ser mortal, Temari casi se rompe una costilla, Hinata se fracturó la rodilla, Tenten el coxis, Ino la espalda, por suerte a mí no me pasó nada, pero aún así no pude lograr el jutsu, quiero hacerlo.

Se llama Jutsu Arte Mortal: Reflejo del espejo, al hacerlo se pueden obtener unos reflejos increíbles, que incluso puedes esquivar lo que sea con los ojos cerrados, con las manos atadas o incluso con el cuerpo atado.

Por eso hay que tener mucha flexibilidad para poder hacerlo, si no hay flexibilidad no hay reflejos, sin reflejos un ninja es fácilmente atacado, y si es atacado, muere.

Me puse a calentar mi flexibilidad en la orilla del árbol mientras observaba el cielo lleno de estrellas, me traía malos recuerdos, pero aún así me gustaba recordar como era todo cuando no todo estaba arruinado...

M: Gaara-sensei, entiendo si usted no quiere aceptar mis sentimientos, yo solo soy su alumna y nunca seré nada más, eso ya lo sé, pero con estar a su lado para mi es más que suficiente.

Estaba por salir de la oficina de Gaara cuando me detuvo una mano.

G: Matsuri, yo igual te amo, fuiste la primera en hacerme sentir emociones tan fuertes como lo que estoy sintiendo ahora y no quiero que jamás te vayas de mi lado así como estaré siempre al tuyo.

Las manos de Gaara se acercaron a mis mejillas y poco a poco unimos nuestros labios en un beso, que ambos habíamos estado deseando pero nunca nos habíamos atrevido a hacer. 

Nunca había dejado de estar enamorada de Gaara aún conservo esos sentimientos de hace años, me duele mucho tenerlos pero es algo como llevar puesto un brazalete de diamantes, sabes que te hace daño, pero te gusta llevarlo contigo, así es Gaara conmigo, es mi pulsera de diamantes, una que nunca me quiero quitar por más que me duela.

Narra Gaara

Estaba buscando a Matsuri, vi que se fue en dirección al bosque, quiero recuperar a Matsuri cueste lo que cueste, es una persona muy importante para mí, fue una de las primeras personas que comenzaron a quererme sin importar que yo fuera un mounstro, por eso, Matsuri se volvió especial para mi, ya que no era igual a las demas que me temian, ella no pensaba que yo fuera un mounstro o asesino, ella me quería tal cual yo era, cuando ella dijo que yo le gustaba me sentí muy feliz, por eso no me arriesgaré a perderla.

Caminé hacia el bosque y la ví desde lejos en las raíces de un árbol estirando en split, Matsuri desde que era mi alumna siempre ha tenido mucha flexibilidad, todas las kunoichis la tienen o deben tenerla, pero Matsuri, era la kunoichi más flexible de Suna, superaba por mucho a mi hermana y a todas las demás chicas de Suna, nunca me deja de sorprender como se puede estirar tanto, parece una liga.

Me acerqué a ella, estaba en una posición en la que abrazaba su pierna, era la derecha, yo ya conocía bastante a Matsuri como para saber que en esa pierna casi no tenía flexibilidad.

M: Maldición, no puedo bajar, quiero bajar.

Me acerqué a ella y la empujé un poco hasta que bajó, la espanté un poco y se levantó de repente, al parecer no le había gustado que yo fuera el que estuviera ahí así que me miró con desagrado.

M: ¿Qué es lo que quieres?

G: Solo venía a verte.

M: ¿Por qué? No podrías dejar de molestarme de una vez por todas.

G: No, yo quiero estar contigo Matsuri.

M: Pues yo no, desde hace mucho que yo no quiero.

G: Matsuri, por favor.

Matsuri estaba a punto de irse pero yo la sostuve del brazo, agarré sus mejillas y le dí un beso.

Hacía mucho tiempo que quería volver a besarla, probar esos labios tan dulces y blandos que ella tiene.

Nunca me esperé que ella correspondiera mi beso, pero así lo hizo, enrrolló sus  brazos en mi cuello y siguió, ambos necesitábamos ese beso después de mucho tiempo, el oxígeno nos hizo separarnos.

Ella se separó rápidamente de mi y salió corriendo.

Al parecer, si el plan funcionaba, recuperaría al amor de mi vida.