Capitulo 16

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Seré Tu Enfermera

Brina

—Tengan un buen viaje— digo abrazando a mis padres y a Grace.

Los veo terminar de empacar las maletas en el coche y terminar de alistar todo para su viaje, escucho a mi madre hablar sobre todo lo que harán en Nueva York y por último decirme de manera burlona que me porte bien y cuide de los "niños".

—Como si ella pudiera portarse mal— dice la señora Grace al subirse al auto.

—No la retes Grace, aunque tenga cara de ángel igual que su hermano, cuando están juntos y solos pueden ser un huracán, terremoto y Tsunami, todo a la vez— dice papá mientras intenta reprimir una sonrisa.

—Mentira— me defiendo —Lo único malo que he hecho en mi vida fue no compartir mis galletas de chips de chocolate en el jardín de infantes, las maldades con Ángelo son cosas de hermanos solamente, por lo demás soy un ángel— digo completamente seria y con cara de inocencia. Mamá reprime una sonrisa.

—Claro mi pequeña dulcinea— mi padre me besa la frente y sube al coche, luego los veo agitar sus manos hacia mí mientras el auto se aleja y se pierde en la distancia.

Me giro hacia mi casa y observo la gran estructura, dentro están mi hermano y el chico sobre el cual aún no sé qué sentir o qué pensar y con los cuales tendré que pasar ocho días completamente solos; supongo que será una experiencia interesante.

Camino de un lado al otro de la cocina tomando todo lo que necesito, luego sigo la receta cuidadosamente, cuando tengo la masa vertida en los moldes los ingreso al horno y luego empiezo a hacer las malteadas. Como los dos hombres de la casa están perdidos en el cuarto de chicos de mi hermano yo me dedico a hacer algo para comer más tarde.

Cuando tengo todo listo subo a mi habitación y me cambió de ropa, me lavo la cara y organizo mi cabello ya que todo quedó un poco sucio ya sea con harina, chocolate o azúcar glass.

Después de tener todo listo tomo una bocanada de aire y me lleno de valor para bajar al cuarto de juegos de mi hermano, bajo las escaleras rápido para que no se me acabe la valentía antes de llegar al cuarto. Y es que por primera vez le tengo que hacer frente a Matt sin el refugio de nuestros padres alrededor.

—Ange...— empiezo a gritar, pero me detengo cuando Matt me hace señas de que guarde silencio, observo toda la habitación, mi hermano está desparramado sobre un sofá completamente dormido y Matt está sentado en una de las sillas que hace masajes leyendo el libro de Maze Runner que dejé sobre su mesita de noche un par de días atrás.

Me acerco a él, coloco la bandeja con galletas y malteadas sobre la mesita de centro y luego me dejo caer en la otra silla que hay al lado de Matt.

—Hola— susurro mientras sonrío tímidamente.

—Hola— me devuelve la sonrisa — ¿has dejado de evitarme o solo te estás tomando un descanso para continuar después? — me pregunta con tono divertido. Y yo que pensé que sería una conversación fácil.

—Vivimos en la misma casa, no podía evitarte por siempre ¿Verdad? — digo mirándolo de reojo y una sonrisa de oreja a oreja se despliega en su rostro.

—Supongo que no, muchas gracias por el libro, he podido entretenerme mientras ustedes no estaban, pero ¿Cómo sabías que me gusta leer? — pregunta él, confundido, pero sonriendo.

—Te descubrí una vez en la biblioteca, pero tú no me viste así que si recuperas tus recuerdos no creo que sepas que yo estaba allí.

—Ok, ¿Por qué me evitabas? — dice directamente, de nuevo.

Tenías Que Ser Tú (Amor I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora