Capítulo 37| ¡Se la llevaron...

2K 166 46
                                    

Dos semanas después...

— Por favor come hija, sabes que no puedes saltarte ningún alimento. Erwin te lo dijo ¿quieres que lo llame?

— No, no papito. Te prometo que ahora como— hace dos semanas que habíamos regresado del campo, todo iba bien hasta hace dos semanas. Alanís volvió a su ritmo alimenticio. Eso era perjudicial para su salud. Y no entendíamos porqué estaba así.

Nos encontrábamos en el comedor desayunando, John intentaba convencerla de que terminara el desayuno pero ella parecía estar en otro mundo, con cierto temor. Como si algo estuviese ocultando. John cansado de seguir insistiendo se levantó un poco molesto de la mesa.

— ¡Suficiente! Llamaré ahora mismo a Erwin— Ella lo siguió pidiéndole que no lo haga.

— ¡Por favor Papá! Te prometo que termi- termina...

— ¡Alanís! ¡Hija! — Alanís se había desvanecido delante de John. No había finalizado de hablar cuando casi cae al suelo. Inmediatamente me levanté ayudando a John a llevarla hasta el sofá.

— Es-Estoy bien, estoy bien.

— Pero ni siquiera puedes hablar, llamaré a Erwin — ahora era yo quién estaba diciendo que llamaría a su doctor porque en verdad era preocupante verla así.

— No, por favor... no lo hagan.

— Entonces dime que es lo que te pasa hija, dímelo por favor. No puedes seguir de ese modo. Todo estaba bien, estabas muy feliz. Hasta que volvimos a la casa. Por favor princesa dime que te ocurre. ¿Por qué estás así? Como si tuvieras miedo, como si alguien te hubiese... Acaso... ¿Alguien te ha hecho algo malo?

— Por favor dínoslo Alanís— ella nos miraba con lágrimas en los ojos. Estaba completamente pálida y apenas podía hablar. Sólo susurraba en medio del llanto.

— Lo vi... Lo vi.

— ¿A quién viste hija? Mírame princesa ¿A quién viste? Sabes que yo estoy para cuidarte mi cielo, lo sabes ¿no? Confía en mí cariño.

— Lo vi papito, era él. Te...te lo juro. Era él, quiere hacerme daño. Era él— ¡Mierda! ¿Quién era? estaba muy mal, ella no dejaba de repetir que era él. ¡¿Quién mierda era él?! ¿Será que Vanessa ya hizo algo?

— ¿Quién es él, princesa? Dímelo.

— S-Se acercó a mí, estuvo si-siguiéndome. Él me lo dijo. Y...dijo que... Dijo que me estaría esperando pa-para darme mi merecido— lloraba sobre el hombro de John sin soltarlo. Mientras que él la abrazaba intentando calmarla— por favor papito no dejes que me lleve, él vendrá por mi. Lo hará.

— Shh... tranquila mi cielo, te juro que nadie te hará daño. Estaré contigo, te lo juro princesa. Sólo, por favor dime ¿a quién te refieres hija?— John se alejó un poco de Alanís tomándola de los hombros para que ella pudiera decirle quién le había dicho todo eso.

— Fer-Fernando. El asesino de mi tía Kendra. Él... Él estuvo en la universidad, estaba saliendo de clases y él me arrastró hasta un aula vacía. Me dijo que pronto me haría pagar porque por mi culpa lo buscan los policías y también me dijo que... que si te lo decía, él te mataría papito. Yo no quiero perderte papi, no quiero que me dejes. No quiero que por mi culpa te lastime papito.

— ¿Ese golpe que tenías no fue un accidente? ¿Mentiste Alanís? — había tenido un golpe en el rostro hace días atrás, cuando se lo habíamos preguntado que ocurrió, ella dijo que había sido accidente por no fijarse. Que se había resbalado en el baño y no pudo evitar el golpe. ¡Sabía que algo nos estaba ocultando! Ella era transparente, no podía mentir ¡Con un demonio! Ese hombre le habrá afectado de nuevo en gran medida como para tener miedo y no decirnos nada.

Mía ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora