Mía ©️

Capítulo 32|Nuestra playa (+18)

Aviso: Capítulo un poco subido de tono. Con lenguaje explícito. Queda bajo la responsabilidad del lector y sin herir susceptibilidad de cada uno. Para el siguiente capítulo lo haré privado y solo los que me siguen podrán leerlo.

Capítulo dedicado a RobertoG16 y indhiira
💜😘

Observaba dormir a Alanís, era todo lo que siempre esperé en mi vida. Me había despertado hace algunos veinte minutos y fui a preparar la cena para poder sorprenderla. Una vez que dejé todo listo, volví a la habitación para despertarla pero no podía. Me quedaba como un tonto mirándola, admirando su belleza, sus cejas, sus pestañas, su nariz, su rostro, sus labios rosados.

Aún no puedo creer que hace apenas algunas horas atrás, la había hecho mía. Completamente mía. Ninguna mujer jamás me había llenado de la forma en que lo hace ella. Y pensar que me comporté como un idiota cuando ella llegó a la casa. Desconfiaba de su persona sin alguna razón. Con el tiempo me di cuenta que ella realmente era diferente a todas las mujeres que conocí.

Acariciaba su rostro suavemente hasta que Alanís comenzó a inquietarse. Estaba despertando, abrió sus hermosos ojos cafés lentamente. Cómo buscándome con la mirada, al percatarse de mi presencia al lado suyo, se sonrojó sonriéndome para luego hablarme con una voz un poco ronca por haber dormido.

— ¿He dormido mucho?

— No te preocupes, mi amor. Sólo han sido un par de horas. Me encanta verte dormir.

— Mmm...creo que desperté con mucho apetito— el estómago le había rugido de pronto, delatándola. Sonreí ante eso porque se veía adorable.

—Vamos amor. Te preparé una sorpresa.

— ¿Una sorpresa?— se incorporó sobre la cama recostándose sobre la cabecera pero al mismo tiempo había hecho un pequeño gesto de incomodidad. Trató de aparentar que no pasaba nada— Ya quiero ver de que se trata, ¿bajamos?

— Espera amor. Dime, ¿qué te duele?

—No es nada. Solo...

— Dímelo Alanís. Debes tenerme confianza amor.

—Es solo que...

— Por favor preciosa, dímelo.

— No es nada, en verdad. Es una pequeña molestia. Nada más. Lo juro.

— ¿Molestia? ¿Dónde Alanís?. Por favor dímelo.

— Es...que es...una pequeña molestia, en esa zona... — Oh ya lo entendía, ¿cómo puedo ser tan idiota? Fue su primera vez, puede qué tal vez haya sido un poco brusco o la haya lastimado sin querer. ¡Que idiota! Debí prever esto. Ni siquiera podía decirme mirándome a los ojos.

— Ven aquí amor. Perdóname por ser un idiota. Fue tu primera vez y yo  no —acerqué a Alanís hasta mi regazo, permaneciendo aún sobre la cama. Ella inmediatamente me interrumpió.

— Tú no tienes la culpa. Puede que esto sea normal, no lo sé. Además, es solo una pequeña molestia. No te preocupes.

— De acuerdo. Entonces hagamos algo preciosa. Vayamos abajo, espero te guste la sorpresa. Y si esa molestia persiste nos iremos de vuelta al hotel. ¿Está bien?

— De acuerdo. Pero tal vez con algún analgésico se me pase. Te lo juro, no es nada. Por favor olvídalo. Solo...solo disfrutemos de este lugar, quisiera ir a recorrer la playa ¿qué dices?