Alanís tuvo pesadilla casi toda la noche, cuando despertaba ocasionalmente, tenía que susurrarle al oído para tranquilizarla. Está claro que fue por la discusión entre John y Philip. Creo que hoy no podrá asistir a sus clases, debería quedarse a tratar de descansar mejor. Hablaré con John sobre eso. Esta mañana desperté antes que Alanís como le había prometido no dejarla, al saludar a Odette le había pedido si podía preparar el desayuno para llevar a la habitación de Alanís. Ella encantada así lo hizo. Al subir con la bandeja en mano traté de hacer el menor ruido posible para acomodar todo sobre la mesita cerca del sofá individual que disponía Alanís en su habitación.
Esperaba no despertarla pero me fue imposible. Ya se encontraba abriendo los ojos, inmediatamente pude observar que se giraba del lado donde yo había dormido, buscándome con la mirada. Me acerqué a Alanís para que sepa que no me separé de ella en toda la noche. La saludé sentándome al lado suyo y ella me regaló una pequeña sonrisa, sonrojándose para luego contestarme con una dulce voz adormilada.— Buenos días hermosa.
— Buenos días, no... te fuiste.
—Te prometí que me quedaría contigo. Traje el desayuno pero creo que olvidé el jugo, Odette estuvo feliz de preparar todo esto— Alanís se incorporó en la cama llevando su vista hasta dónde se encontraba la bandeja de desayuno.
— Muchas gracias Cedric. ¡Pero es muchísimo! ¿Tú desayunarás conmigo? Voy a asearme un momento.
— Así es, anda levántate. Traeré el jugo y desayunaremos juntos— Alanís asintió con esa sonrisa que me encanta ver en su rostro, se levantó dirigiéndose al baño para asearse mientras yo iba por los jugos de naranjas que me había olvidado. Cuando llegué a la cocina para llevarme el jugo, Philip me preguntó por Alanís y al mismo tiempo se escuchaba el timbre de la casa. Odette se retiró de la cocina para ver de quién se trataba.
— Buenos días Cedric, ¿cómo se encuentra Alanís?
— Buenos días Philip. Bien, esta mejor, aunque no durmió mucho creo que sería conveniente que hoy no asista a sus clases.
— Estoy de acuerdo con eso, iré a verla.
— Philip ¿podrías esperar después del desayuno? por favor. Es que le dije que desayunaría con ella, sólo vine a llevar los jugos que olvidé.
— De acuerdo Cedric. Aguardaré aquí, cuando terminen de desayunar iré a verla.
— Gracias— Odette ingresó de nuevo a la cocina anunciando que Danila había llegado, el rostro de Philip cambió por completo. A mí parecer diría que él tiene cierto tipo de interés por la hermana de John. Cómo Odette dijo que John ya se encontraba hablando con Danila, me despedí de ellos subiendo nuevamente hacia el dormitorio de Alanís.
— No tengas miedo. Yo quiero disculparme contigo. De verdad, siento mucho lo que dije el otro día y como me comporté— Al llegar al dormitorio de Alanís su puerta estaba entreabierta, pude escuchar que alguien le estaba hablando, cuando visualicé de quien se trataba ingresé sin importar si derramaba o no los jugos, ni si rompía los vasos entre mis manos. Alessandro se encontraba dentro del dormitorio tratando de acercarse a Alanís quién se encontraba pegada a un lado de la pared. Era obvio que estaba con miedo. Dejé los vasos sobre la mesita para luego preguntarle a Alessandro que hacía aquí.
— ¿Que haces aquí? ¿ Quién te dejó pasar? No tienes nada que hacer en el cuarto de Alanís.
— Solo quiero disculparme con ella, lo juro. No quiero que tengas miedo Alanís. Hablé con mi tío John y mi madre, en verdad. Siento mucho por como te hice sentir el otro día y mi comportamiento— Jamás en toda la vida que llevo aquí, Alessandro se había disculpado por algo, o con alguien. Parecía ser sincero, me dirigí hasta Alanís para que supiera que nada malo pasaría. No estando conmigo, no permitiría que nada malo le pase.
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Mía ©️
Romance#Libro 1 Ella, únicamente quería progresar en la vida. Cambiándose de país, de estilo, de costumbre, cambiando totalmente su vida. No sabía la verdad sobre su origen. Pero ahora todo será diferente, será complicado Él, agradecido con la persona qu...