Capítulo 17| Dudas

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Cedric

Había pasado dos semanas desde que Alanís supo toda la verdad. Cuando le dieron el alta, John y ella compartieron mucho más. En la casa él le había dicho absolutamente todo, desde cuando se enteró de ella hasta como planeó traerla aquí. Con el ofrecimiento de la beca para estudiar inglés. Le comentó que cada detalle para su habitación fue elegido con mucho amor, que ansiaba el momento de tenerla en frente. Y cuándo al fin llegó el día en que con total seguridad podía decir que ella era su hija, nunca más quiso perderse nada de ella.

También le había pedido disculpas por su comportamiento con Philip pues le hacía sentir celos porque ella lo prefería a él, a su tío, sin saber que John era su padre. Pero comprendió que al no saber Alanís la verdad cuando eso, sería de ese modo. Por supuesto que el tema de sus abuelos no quedó fuera de sus conversaciones. John le explicó las razones por las cuáles no quiere que los vuelva a ver, ni hablar con ellos. Alanís le había pedido disculpas por haber entablado una relación con ellos pero ella no sabía nada en aquel momento. Papá la observó con ternura diciéndole que no debía disculparse ante eso, que solo espera entienda sus motivos pero que si ella desea hablar con ellos. Él intentará comprenderla, pues para John, sus padres ya no forman parte su vida. El dolor que les causó tanto a él cómo a la madre de Alanís y a ella misma, para él eso, no tiene perdón.

Así como lloraban de felicidad ante todo lo ocurrido. También reíamos, todos sin excepción por la misma razón. La verdad era que estas dos últimas semanas todos nos habíamos aferrado aún más a Alanís. Danila, su tía la quería como a la hija que nunca pudo tener, inclusive averiguó un psicólogo para que pudiera tratar a Alanís. Por todo lo que había pasado de niña. Alessandro la cuidaba como si de su hermana pequeña se tratara. Era igual o peor de celoso que Philip. No le gustaba para nada que Sergi estuviera cerca de Alanís. Bueno, no lo culpo, yo mucho menos.

En lo que a mi respecta...no hay un solo día en que no deje de pensar en su sonrisa, sus gestos, cuando piensa en algo, cuando se preocupa, su perfume, cuando se muerde el labio inferior al estar nerviosa, su timidez, su sencillez, toda ella. Me estoy volviendo loco. Completamente loco. Pues no son únicamente esos detalles lo que me atraen de Alanís, cada vez que vemos alguna película juntos, o ella me pide que le explique algún plano en la compañía o simplemente se queda dormida sobre mi hombro. Cuando tomo su mano sintiéndola segura conmigo, cada uno de los momentos que pasamos juntos. Qué tal vez inconscientemente ni siquiera lo sentimos como una relación de hermanos. Creo que Alanís también siente algo cuando estoy cerca de ella.

O es lo que me gustaría que fuese, ya no sé ni qué pensar. ¡Por Dios! Tengo que enfocarme en el trabajo, si, eso sería lo más conveniente. Tal vez hoy deba inventar algo y salir por esta noche para poder meditar. Sé que le dije a Alanís que hoy compartiría con ella e iríamos al cine. Pero tengo que pensar con claridad, no puedo estar sintiéndome así, no cuando tengo una promesa de por medio. Se lo debo. Le debo a John mi vida entera. Debo hablar con Alanís, decirle que hoy no podremos ir al cine, me disculparé con ella por eso pero por ahora es conveniente que cancele el cine.

Habíamos quedado hoy viernes ya que ella no viene a la compañía por seguir con su tratamiento médico con el estúpido de Erwin. No ha perdido ninguna oportunidad en acercársele y ganar la confianza de Alanís. John y Philip la estarán acompañando, sinceramente es la luz para ambos después de tantos años de búsqueda ahora que la han encontrado, no quieren alejarse por nada del mundo de ella. Realmente ella es única. Ella llena de luz, la vida de cualquier persona.

***
Horas después ...

Al llegar a la casa Odette me recibe informándome que aguardaban mi llegada para que pudiéramos almorzar todos juntos. Me dirijo hasta el comedor saludando a todos pues nunca antes la casa había estado así, con alegría y en compañía de los seres queridos que en verdad valen la pena. Ahora todo es distinto, ahora podemos compartir una mesa en familia con Danila, Alessandro, Philip, papá, Alanís y yo. Nunca podría terminar de agradecer a John por haberme dado esta oportunidad de tener una familia, de pertenecer a esta familia como la que tenemos.

Mía ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora