Los deseos acaban doliendo,
Justo en la parte izquierda del pecho,
Como si te doliese el corazón,
Como si deseases algo tanto
Que quisiera salirse de tu interior.
Solamente quiero que llegue el día
En el que andemos por la calle
Y tú entrelaces nuestras manos,
Dándome tu calor,
Pero no llega y no lo hará.
Necesito que llegue una noche
En la que me llames de madrugada
Porque quieres hablar con alguien
Sobre cómo crees que se creó el mundo,
Pero no llega y no lo hará.
Quiero que llegue una mañana
En la que me despierte
Con tu camiseta puesta,
Esa de algún superhéroe, que me encanta,
Pero no llega y no lo hará.
Tus manos ya se entrelazan con otras,
Que seguramente anhelan las de otra persona;
Ya tienes a alguien a quién hablar de madrugada,
Pero ella seguramente no coge el teléfono;
Ella se despertará todos los días abrazada a tus sudaderas,
Porque habrás tirado tu camiseta
Al no entender ella de cómics.
Y mientras tanto,
Con mi mano congelada,
Mi teléfono callado
Y con mi propia camiseta,
Me duele el corazón
De desear que no.
-H
