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<< Supongo que no va a regresar... >> pensó Taehyung mientras esperaba, desanimado, sentado a los pies de la puerta cerrada de su departamento. Abrazó sus piernas y ocultó el rostro entre sus brazos, maldiciéndose así mismo y a su manía de hablar -y molestar- a Hoseok sin parar, hundiéndose en la miseria de sus lamentaciones y corazón lastimado, cuando el sonido del timbre de la puerta le asustó.

Se levantó de un salto y abrió la puerta, aunque cierta parte de él lo esperaba, seguía sorprendiéndose verlo frente a él con ese aire socarrón. Era imposible para él no estar sorprendido cuando lo miraba.

- Hola -musito Hoseok, incómodo. 

Taehyung trago saliva, felizmente nervioso. 

- Hola -sonrió.

Hoseok tenía las manos ocultas en los bolsillos de su pantalón, desviaba la mirada hacia sus pies y hacia cualquier otro lugar que no fueran los ojos fijos y contemplativos de Taehyung que no dejaban de seguir sus sutiles movimientos, como el pasar la mano por el vello de su nuca hasta el movimiento ladeado de su cuello. Taehyung aún seguía algo aturdido por tenerlo devuelta, ofuscado por envolverse en la miseria tan pronto.

Taehyung comprobó una vez más que la paciencia de Hoseok era limitada.

- ¿Vas a invitarme a pasar o quieres que me desnude aquí afuera?

Se sobresaltó por el tono demandante del profesor, saliendo de su estado de letargo y abriendo paso para que entrara, cerrando la puerta tras él.

- P-pasa -titubeó-. Lamento haber... haberte ofendido hace un rato.

- No me ofendiste, sólo me sacaste de quicio -rectificó Hoseok con la misma dureza de siempre, yendo directamente a la silla que Taehyung no había movido desde que se fue-. ¿Empezamos ya?

- S-sí... pero... No entiendo, ¿Volviste por las pastillas?

Hoseok le miró por encima del hombro, enarcando una ceja como si pensara que Taehyung era un idiota. No hacía falta decirlo de todas formas, Taehyung se sentía como un idiota en ese momento.

- ¿Por qué más vendría? Ahora tendremos un trato -dijo Hoseok, sus ojos inexpresivos y fríos, sacándose el cinturón y desabrochando su pantalón-. Puedo ser todo tuyo después de las diez y media hasta la una de la madrugada todos los días si así terminas más rápido, excepto si algo sucede, ¿Alguna objeción?

Taehyung tragó saliva, porque aquello sonaba totalmente como algo indecente si lo decía haciendo esas cosas, es decir; desnudándose, dentro de su cabeza repleta de hormonas que proliferaban a fuego por Hoseok. Luego, feliz, se dio cuenta que por fin Hoseok se había hecho la idea de ayudarle.

- Claro -respondió con voz ahogada, sintiéndose totalmente perdido y avergonzado-, digo, no... ninguna... uh... pero... tengo... tengo una duda.

- ¿Qué?

Taehyung tocaba su cabello amarrado en la coleta, nervioso y con un tono esperanzado en su voz.

- ¿Sigo sin poder tocar... tocarte?

- No puedes tocarme -respondió Hoseok un poco horrorizado y ceñudo-. A menos que yo te lo diga. Así que evita los roces innecesarios.

- Uuh, creo que tendremos bastantes roces innecesarios, pero... -Taehyung caminó hacia el aparador en medio de la sala, abriendo el primer cajón y sacando una caja de guantes de látex que usaba para teñir su cabello, mostrándosela a Hoseok-. Tengo guantes...está bien si es con guantes, ¿Verdad?

- ... S-supongo -respondió Hoseok, carraspeando descolocado, encogiéndose de hombros-... si es así entonces está bien.

- Bien -sonrió Taehyung, ahora mucho más animado mientras caminaba hacia el sillón para ir a buscar el cuaderno de dibujos-, voy a terminar el bosquejo de tus piernas -le avisó, viendo como Hoseok terminaba por sacarse los calcetines y ponía todo ordenamente en un costado del sillón. Taehyung se quedó sin aliento al ver las piernas tonificadas de Hoseok, siendo bastante notorio el que practicaba algún deporte para tenerlas así, pero no sabía cual. Tal vez era corredor e iba a preguntarle, pero una cicatriz de quemadura en su muslo izquierdo le llamó más la atención-. ¿Qué te pasó en la pierna?

Tócame. HOPEV.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora