Taehyung tenía la costumbre de dibujar en la cama con el atril a las tres de la mañana.
Desde que tenía el pequeño atril que usó durante su esguince, lo usaba para avanzar en sus trabajos pendientes cuando la inspiración le atacaba por las noches.
Pasó su mano izquierda -la derecha sosteniendo el lápiz grafito- por el cabello sedoso de Hoseok, quien estaba acostado boca abajo con la mitad de la cara aplastada en el costado de su abdomen y el brazo alrededor de su cintura, completamente desnudo debajo de las sábanas, y respirando con el aliento rozando su piel como una brisa cálida.
Si había algo de lo que no terminaba de acostumbrarse aún en su nueva vida junto a Hoseok, era en las pesadillas "silenciosas", aquellas en las que tenía que despertarlo o cantarle para tranquilizarlo como lo hizo una vez hace meses atrás. Últimamente eran cada vez más frecuentes desde que tuvieron la pelea con aquellos compañeros de escuela de Hoseok; Taehyung supuso que había revivido todo lo mal que lo pasó en la escuela y en el orfanato porque también había sufrido acoso en ese lugar, el cual debió haber sido más problemático y doloroso porque entonces ni siquiera conocía a Namjoon. Ahora siempre terminaba despertándose para abrazarlo, cantarle o para decirle que estaba con él y que nada malo pasaría.
Se relamió los labios que aún dolían al estar sensibles por los golpes que le dieron -ya no estaban hinchados-, viendo de reojo como Hoseok se movía un poco a su lado, creyendo que estaba acomodándose, pero al verlo directamente se dio cuenta que estaba teniendo otra pesadilla silenciosa. Lo podía ver por el movimiento rápido de los ojos tras los párpados cerrados o la forma en la que sus pestañas aleteaban como una mariposa moribunda, y un gemido de molestia retumbó en su garganta.
Suspirando preocupado -sentía que jamás podría acostumbrarse a ver a Hoseok teniendo pesadillas- dejó de dibujar apartando el atril, dejándolo en el piso, y poniendo el lápiz y el borrador en el velador a su lado.
Guió su mano por el cabello de Hoseok, lo había teñido de color negro -su color natural- hace días atrás. Empezó a acariciar detrás de su oreja y por el vello de su nuca reiteradamente y él terminó despertándose después de unos segundos al llamarlo por su nombre. Luciendo tan adormecido como asustado, con esa arruga por la pesadilla entre sus cejas, se apartó para arrodillarse en la cama y mirar a su alrededor, como si estuviera preguntándose en dónde estaba.
Taehyung se sentó en la cama y alisó con el dedo pulgar la arruga entre las cejas de Hoseok, quien pestañeó, alejándose ante el toque como un reflejo, pero deteniéndose al ver que era él quien lo hacía. A veces se despertaba tan perdido que era entre divertido, por su mohín, y a la vez triste verlo apartarse, como si no lo conociese, o que de repente lo encontrase con la mirada perdida, sin brillo, sin nada.
Pero al pasar los segundos, Hoseok volvía a ser su Hoseok, y se volvía acercar, tal cual en ese momento en que se volvió acostar a su lado, ocultando el rostro en su estómago e inhalando profundamente. Le hubiera dado cosquillas sino fuera porque sintió una pizca de humedad en su abdomen.
- ¿Otra pesadilla? -preguntó en un susurro, y al no haber respuesta guió su mano al rostro de Hoseok para que le mirase.
Siempre le dolía ver a Hoseok con esa mirada tan triste, con sus ojos inundados en lágrimas que nunca caían, pero sobre todo porque nunca le contaba exactamente lo que soñaba, sino que se lo guardaba todo para él. O a veces lo veía escribir en una libreta vieja, la cual guardaba junto a varias más en una caja al fondo del armario del pasillo a la cual se fueron la mayoría de cosas que no encajaban en la habitación o en otro lugar del departamento. Taehyung le había preguntado sobre aquellas libretas tan llenas de hojas e historia por lo gruesas que eran, pero Hoseok sólo le decía que fue un regalo de su madre biológica y que, tal vez, un día dejaría que él los leyera. Taehyung siempre esperaba que ese día llegase.
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Tócame. HOPEV.
FanfictionKim Taehyung era un adicto al tacto, a tocar y a que le tocaran. Jung Hoseok, para nada. Ó Donde un escultor tiene una obsesión por un profesor de literatura con un poco de Hafefobia (miedo al contacto físico). + Portada hecha por la hermosa, precio...