Tócame. HOPEV.

25

De verdad no quería que la noche sucediera de esa forma, aunque en realidad lo que no quería era sentir lo que estaba propagándose por su cuerpo en ese instante. Era la felicidad pura, de esa que no se es realmente consciente.

Porque no podía dejar de reír, de hacer el ridículo bailando en la calle desierta, de beber de la tercera botella de Soju y de tocar el hombro del escultor cuando trastabillaba mientras caminaban cruzando el parque de patinaje y riéndose de lo primero que sus labios contaban.

Cuando llegaron a la discoteca más cercana, Hoseok ya sabía de todo el árbol familiar de Taehyung. Si antes había pensado que el chico era irritante hablando y hablando sin parar, en ese momento era lo que más le gustaba de toda la noche. Era la primera vez desde hace mucho tiempo que disfrutaba del ruido, de las charlas sin sentido y de como dolían sus mejillas y su estómago al reírse tanto. Tal vez si no le hubiera dado una oportunidad a Taehyung de mostrarse tal cual era, no la estaría pasando tan bien en ese momento cuando le contaba cómo le fue en la primera fiesta en la que había alcohol. Estaba a mitad del relato cuando Hoseok divisó la discoteca a una cuadra, con gente entrando y saliendo de la puerta principal.

- ... entonces Jimin se subió a la mesa y se sacó la camiseta -siguió contando Taehyung tratando de no reírse, sus dedos apretando la chaqueta de cuero como si no quisiera que se alejase, gesticulando con la mano libre-, se estaba dando nalgadas así mismo mientras bailaba Up and Down de EXID, todo estaba realmente bien hasta ese momento, yo no estaba tan ebrio porque tenía que manejar y ser el adulto responsable de la situación, aunque no tenía licencia, pero eso era lo de menos, de repente no lo vimos venir, pero tienes que adivinar que pasó.

Hoseok sonrió aún más si podía, tragándose las risas para escuchar con atención.

- ¿Llegó la policía?, ¿Un mono con un arma?, ¿Jesús? -trató de adivinar, fracasando y sólo logrando que Taehyung se carcajeara.

- ¡Peor!, ¡Llegó su madre!

- ¿Qué madre? -preguntó torpemente, sus ojos saliendo de sus órbitas desconcertado-, ¿La de Jimin?

- ¡Sí, llegó su madre como un huracán! -exclamó Taehyung mientras se detenía, tirando un poco de la chaqueta de Hoseok y haciendo que se detuviera-. Lo vio bailando semi desnudo y borracho hasta la médula, imagínate a Jimin bailando mientras hacía este movimiento pélvico -como ejemplo, empezó a mover sus caderas de lado a lado y atrás hacia delante, haciendo que Hoseok se doblara en sí con una carcajada estrepitosa-... y de repente se da la vuelta, ¡Y ve a su santa madre como si fuera un demonio!, ¡Te juro que vi como se orinaba del susto en ese momento!, ¡Y casi se resbala de la mesa! -Hoseok apoyó la mano en el hombro de Taehyung inconscientemente, su otra mano yendo a parar a su estómago adolorido por las risas mientras Taehyung gesticulaba-. Su mamá estaba en shock, de repente se puso a gritar; ¡PARK JIMIN, BÁJATE DE LA MESA EN ESTE INSTANTE O NO ME VA A IMPORTAR NO TENER NIETOS! y yo como, obviamente el mejor amigo de todos los tiempos, me puse a su lado y actúe como el amigo sobrio diciendo: Señora Park, ¡Lo lamento tanto, le dije a Jimin que no lo hiciera! y ella me gritó: ¡¡Me importa una mierda!! ¿Lo puedes creer?, ¡Me dijo que le importaba una mierda!, ¡Ella, que nunca ha dicho una palabrota en su vida!, ¡De hecho, apuesto que la única palabrota en su vida que había dicho era ttong*! Recuerdo que Jimin casi se pone a llorar cuando lo agarró de una oreja y se lo llevó a rastras.

- ¡Pobre Jimin! -rió Hoseok, arrugando el entrecejo-. Me está dando lástima. ¿Cómo es que su madre sabía que estaba ahí?

- Es que su hermano menor se enojó con él porque no lo llevó a la fiesta, así que se fue de boca floja -explicó Taehyung, haciendo que Hoseok hiciera una mueca de desagrado, aunque volvió a reír cuando siguió contando-. No debería sentir tanta pena con él, cuando se lo llevó su madre, me llamó, se volvió a escapar y tuvo su primera vez con una chica dos años mayor que él. El castigo fue el precio por desobedecer a su madre, se quedó más de un mes encerrado en su habitación sin televisión ni Internet, pero según él valió la pena. Lo bueno es que yo en ese entonces tenía condones y le enseñé a como no romperlo por andar ebrio -Hoseok dejo de reírse, alzando las cejas, sorprendido viendo como Taehyung asentía para sí-. Sino, ya sería el tío Kim.