Capítulo 17: Antes de la tormenta

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Eran las dos de la madrugada cuando su teléfono empezó a sonar y sin dudarlo un segundo, contestó. La llamada era de su jefe, en donde los que estaban reunidos en la estancia esperaban expectantes las órdenes a seguir.

Kirishima transmitió la determinación de su superior y amigo, sobre atacar la próxima noche la guarida de Tomura.

Aunque habían conseguido información de su paradero, tuvieron que vigilar el lugar para estar cien por ciento seguros que era verdadero. Por lo que ahora podrían llevar a cabo la operación.

Al dejar todo claro, dio la orden a los demás de irse a sus habitaciones a descansar y prepararse para el día siguiente.

Camino por los pasillos con las manos en sus bolsillos de sus pantalones, al girar hacia la izquierda para llegar a su cuarto recordó cuando conoció a Katsuki.

Sus familias se conocían hace ya muchos años, la suya era una subordinada por lo que verse a menudo era común.

Aunque el rubio cenizo tenía una actitud de los mil demonios, supo ganarse su amistad, aunque fue más allá, eran como hermanos.

Entró a su cuarto pensativo, cerró la puerta detrás de él y al girarse vio a su pareja despierta, se acercó para abrazarlo y recargarse sobre su hombro.

- ¿Estas bien? -preguntó el rubio acariciando los cabellos rojizos.

- Mañana es el día -habló sin duda en su voz.

- Lo entiendo -murmuró el omega- Regresa sano y salvo -dijo mirándolo con una sonrisa.

-No tienes que pedírmelo -se enderezó y tomó una mano del omega- Regresaré a salvo -apoyo su mano en el vientre ajeno- Por ti y por nuestro hijo -sonrió antes de besarlo.

- O hija -rió mientras lo abrazaba.

Ya habían pasado casi cinco años desde que conoció a su alma gemela. Aquella noche entraron en un burdel a reclamar un préstamo impago por parte del propietario, sin embargo al adentrarse en el recinto encontraron una red de tráfico de omegas.

Aunque su objetivo no era rescatarlos, sino cobrar una gran suma de dinero que le estaban debiendo a la familia de su jefe no pudo resistirse a los ojos suplicantes de Kaminari.

Cuando lo vio, aunque con varios moretones y heridas en su rostro, se enamoró.

Paso un tiempo, desde su recuperación a su reinserción en la sociedad, para que aceptara salir en alguna cita con el pelirrojo, el cual lo visitaba de vez en cuando para saber su estado de salud.

Kirishima suspiro y se permitió relajarse, aunque algo le pasara, sabía que Katsuki cuidaría de su pareja.

La oscura noche dio paso a un soleado pero frío amanecer, Izuku sentía como unas manos lo abrazaban por la cintura, atrayéndolo al calor que desprendía el cuerpo ajeno.

Se volteó con lentitud para no despertar al rubio cenizo, al tenerlo de frente pudo estudiar sus rasgos y soltar una pequeña risa al ver la reacción de aquel rostro cuando tocaba su mejilla.

Sonriendo, se liberó de las manos contrarias y salió de la cama. Tomó su celular que se encontraba en la mesita al frente de la ventana.

Para su sorpresa aún era temprano, por lo que con silenciosos pasos camino hacia el baño para tomar una ducha rápida.

El agua caliente se deslizó por su cuerpo relajándolo en el recorrido, sin embargo al enjuagarse su cabello sintió un pequeño dolor en su nuca.

Al secarse con cuidado, busco algún botiquín por los diversos muebles hasta que lo encontró.

Se puso una delgada venda alrededor de su cuello, se vistió con una bata y salió a buscar algo de ropa.

Tomó sus pantalones, pero la ropa interior la tomó prestada de su pareja, al igual que una camiseta y una sudadera de color negro.

Aunque las prendas le quedaban algo grandes, no le tomó importancia.

Bajo las escaleras hacia la cocina al fijarse que Kacchan seguía durmiendo, por mientras que esperaba que la cafetera terminara su tarea revisó sus redes sociales y respondió los mensajes de su amiga.

Preparó un desayuno balanceado, como decía su madre, algo de café, fruta y algunas tostadas con mermelada. Puso todo en una bandeja y subió al dormitorio.

Llegó y la dejó en el escritorio, se acercó a quien yacía durmiendo y le acarició el cabello.

- Kacchan -murmuró viendo como este se giraba para abrazarlo por la cintura- Despierta -dijo sin quitar sus manos de los rubios cabellos.

- Mmm -pronunció Katsuki con pereza abriendo los ojos- Mi ropa te queda bien -bostezo para luego darle un suave beso al pecoso.

Tomaron el desayuno tendidos en la cama, el peliverde aprovechó de decirle que tenía que estar en la universidad en unas tres horas, por lo que tendría que ir a la mansión a buscar su mochila.

Mientras Deku bajaba a la cocina, Katsuki fue a bañarse para salir en unos quince minutos ya vestido con unos pantalones negros, al igual que sus zapatos y una camisa blanca con los tres primeros botones desabrochados.

Salieron del edificio con rumbo a la mansión principal. En el trayecto no faltaron las miradas, los besos cuando el semáforo estaba en rojo y el enlace de sus manos.

Había más agitación de la normal, pudo notar el peliverde al bajar del vehículo.

Aunque no le tomó mucha importancia, tenía un objetivo, ir por sus cosas y abrigarse porque la temperatura estaba helando su cuerpo.

Con paso firme camino por la estancia, llegó a su cuarto y empezó a guardas algunas cosas en su mochila. Al ver que llevaba lo más importante, se cambio su abrigo por una chaqueta que le proporcionaba más calor y se puso una bufanda.

El rubio cenizo lo había seguido pero no había entrado al cuarto, si lo hacia Izuku no llegaría a su examen.

Cuando lo vio salir, lo tomó de la mano provocando una risa a su omega, caminaron y en el trayecto Kirishima los vio a lo lejos, este al notar que ya habían solucionado sus diferencias le levantó el pulgar a su amigo.

Volvieron al vehículo negro, transitaron las ya conocidas calles y al pasar los minutos, el pecoso llegó a su destino.

-Shinshou vendrá a buscarte -dijo el mayor mientras se estacionaba.

- Pensé que vendrias tú -murmuró apenado.

- Tengo que lidiar con algunos negocios -mintió tocando la mejilla ajena y atrayéndolo para besarlo.

Deku bajo y camino hacia la entrada, sin antes voltearse y despedirse con la mano.

El aula estaba silenciosa, algunos dando un último vistazo a sus apuntes y otros sólo estaban a la espera de ese suplicio.

Cuando tuvo el examen en sus manos no dudó ni un poco, se dedico de lleno a transmitir sus conocimientos y a intentar recordar lo que había estudiado.

En otro lugar, Katsuki pasaba su mano por el arma, la cargo y la puso en la funda que traía puesta debajo de su brazo.

- ¿Todo listo? -preguntó al pelirrojo.

-Todo preparado -respondió este con una pistola en su mano y otra en la funda de sus pantalones.

Continuará...

Holaaaa!!! Que tal mis lector@s? 😆😆😆 esperaban la actualización???
Estuve varios días con sólo la mitad de este, me queme algunas neuronas intentanto terminarlo 😄😄😄 😢😢😢 😯
Les gusto? 👍👍👎👎
Como es costumbre dejenme sus teorías 😵😵😵 o cualquier otro comentario que ustedes quieran😳😳

Sin nada más que decirles, gracias a todos por su paciencia, nos vemos lo más pronto posible 🙌🙌🙌😘

Muérdeme [COMPLETA] [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora